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29 marzo, 2011

¿Crees que tu bebé puede oirte mientras está en el útero?

El bebé comienza a percibir el habla en los últimos meses de su vida en el interior del útero, son esos momentos en los que comienza a dar pataditas, notamos aún más cuando se mueve y sin poder ni querer evitarlo, para algunos establecemos conversaciones con nuestra tripa, y para nosotras, estamos hablando con nuestro pequeño, a nuestra manera, pero nos entendemos.

Pues bien, los estudios han demostrado que durante el último trimestre del desarrollo intrauterino, el feto va procesando el sonido del habla de la madre, no es que entienda lo que dice, o eso dicen los científicos, simplemente aprende a reconocer la melodía de su voz y el ritmo de la lengua en la que le hablan.

Por esta razón es por la que el bebé cuando ya ha nacido es capaz de diferenciar la voz de su madre y por lo que orienta su mirada hacia ella o podemos ver que presta atención. Esto lo podéis comprobar cuando oye una voz que le resulta familiar y él para de hacer lo que está haciendo, por ejemplo si está mamando y entra su padre en la habitación donde se encuentra y habla, el bebé para de mamar y le oye.

No sé que pensareis respecto a esto pero personalmente a mí me parece maravilloso este tipo de descubrimientos, porque nosotras como madres podemos tener la intuición o el pensamiento de que esto sucede, pero hay estudios que muestran que no estamos tan desencaminadas.

Trucos para que los niños coman de todo

Un gran dilema de las mamás de hijos pequeños es que muchas veces los pequeños rechazan comer los alimentos más saludables, como es el caso de las verduras.

Teniendo en cuenta que es indispensable que los niños coman algunos alimentos para asegurar su buen crecimiento y desarrollo, vamos a ver cómo podemos hacer para que nuestros hijos coman de todo.

El pescado, por su sabor y olor fuertes, es uno de los alimentos que los niños más rechazan, a pesar de que es la proteína animal más sana. Una buena idea es mezclarlo con una salsa dulce de zanahorias, con un poquito de cebolla. Simplemente debes poner a freír con un poco de aceite la zanahoria junto con la cebolla, ambas cortadas en trocitos muy pequeños o incluso rallada. También, puedes sumar unas patatas.

Otro truco es mezclar una manzana rallada con alguna verdura, para atenuar su sabor amargo o fuerte y así acostumbrar a nuestro hijo. El dulzor de la manzana ayudará a que tu hijo coma la verdura.

Para que el puré sea más sabroso, le puedes añadir guisantes hervidos. Son muy nutritivos y dan muy buen sabor. Además, el color verde que queda tras la mezcla es llamativo para los peques.

Si tu hijo rechaza la carne, puede ser porque su aspecto le resulta repulsivo, o simplemente no le gusta. Así que puedes mezclarla con un poco de queso fundido. Su aspecto y sabor serán más atractivos.

Si el problema son las frutas, los licuados y batidos son una gran idea, y además puede comerla trozada, mezclada con el yogur.

Consejos para superar el cansancio de los primeros días después del parto

Después del parto, con el bebé en casa, empieza una nueva etapa. Es un momento de felicidad, pero a la vez es normal que la madre se sienta agotada y desbordada ante tantas responsabilidades y emociones.

El postparto inmediato puede ser algo desconcertante y sobre todo, son días muy cansados para la reciente mamá. Tanto las hormonas como los sentimientos están en plena efervescencia, el bebé deja poco tiempo para dormir y encima “hay que cumplir” con las tareas de la casa, la plancha, la colada, la comida, etc.

Es un período en el que la madre debe centrarse en el bebé y disfrutar ambos de ese enamoramiento inicial. Hay que tener en cuenta que una fatiga excesiva puede desencadenar una depresión postparto. Para evitarlo, vamos a hablar de algunos consejos para superar el cansancio de los primeros días después del parto.

Ayuda de los demás

El apoyo de la pareja y de los familiares es un pilar fundamental para la madre en estos momentos. Tener en quien delegar algunas de las tareas domésticas permitirá a la madre dedicarse exclusivamente al cuidado del bebé. Es una ayuda invalorable, especialmente si hay más hijos a quienes atender.

Si no cuentas con ayuda extra, lo importante es que te centres en tu bebé. El pequeño necesita toda tu atención y dedicación. Disfruta de tu bebé, no te agobies por las tareas domésticas. Los primeros días son muy importantes para la creación del vínculo entre la madre y su hijo. Antes esto, cualquier plancha puede esperar. Tú céntrate en lo verdaderamente importante, tu bebé.

Duerme mientras puedas

Las horas de sueño no alcanzan. Son muy pocos los bebés recién nacidos que duermen de un tirón o se despiertan una sola vez por las noches. Lo normal es que los despertares sean continuos.

El cansancio hace mella en el organismo de la madre, tiene menos energía y eso repercute en el cuidado del bebé.

La recomendación es “duerme mientras puedas”. Es decir, intenta dormir o al menos descansar cuando el bebé duerma. Dormir, aunque sea unos minutos, te sentará fenomenal.

Si además colechas con el bebé o duerme al lado tuyo podrás darle el pecho por la noche sin necesidad de levantarte. Así, ni él ni tú se desvelaran tanto. Con el tiempo, lo digo por experiencia, seguirás durmiendo mientras el bebé toma el pecho por la noche.

Un tiempo para ti

Además de dormir, hay otras rutinas que reconfortan el alma. Busca algo que te guste hacer: leer, ver una película, escuchar música, bailar, darte un baño relajante, practicar relajación, yoga… lo que sea.

Te servirá para cambiar el chip y recargar las pilas. Es una forma de descansar haciendo algo que te gusta. Tomarte un tiempo para ti te ayudará a renovarte para dedicarte al bebé con más energía.

Una buena alimentación

La alimentación es muy importante durante el embarazo, pero también lo es durante la lactancia y el postparto.

El organismo de la madre necesita la energía que le proporcionan los alimentos, por eso la dieta debe ser variada rica en frutas y verduras con un buen aporte de vitaminas y minerales.

Es importante hacer cinco comidas al día, haciendo énfasis en un completo desayuno que contribuya a eliminar el cansancio y comenzar el día repleta de vitalidad.

Lleva una dieta rica en fibras (verduras, frutas, cereales integrales), reduce el consumo de grasas saturadas, come pescado, carnes magras y lácteos semidesnatados. Controla los azúcares, chocolates, refrescos y demás alimentos altos en calorías. Cocina los alimentos al vapor o a la plancha.

Por su parte, evita el café, los alimentos picantes y las bebidas de cola.

Un paseo matutino con el bebé

La luz del día y tomar oxígeno contribuye a eliminar la fatiga. Un paseo matutino con el bebé será estupendo para coger energías para el resto del día.

En cuanto te sientas preparada para salir a la calle, deberías tomarlo como una rutina diaria. Ponte ropa y calzado cómodo y sal a dar una caminata.

No es una competencia, ve a tu ritmo. Aunque no haya sido la mejor noche, tomar un paseo te ayudará a cambiar el humor y te dará vitalidad.

Además, el ejercicio diario, junto con una alimentación adecuada te ayudará a recuperar antes la figura después del parto.

Sesiones de ejercicio con el bebé

En el postparto, la vuelta al ejercicio ha de ser gradual. Pero cuando estés preparada (lo ideal dicen es esperar al menos un mes) puedes comenzar poco a poco a hacer sesiones de ejercicio con el bebé. Aunque sean suaves y sólo un rato, por ejemplo, por las tardes, te servirán de reconstituyente natural.

Si no estás preparada aún para el ejercicio, espera un tiempo más ya que el ejercicio inadecuado tras el parto puede causar incontinencia y problemas musculares. Puedes reemplazar el ejercicio por sesiones de mimos con el bebé. Es una de las actividades que más disfrutan tanto la madre como el bebés.

Mimos de la pareja

Es un momento en el que los mimos de la pareja son un bálsamo para el alma. Sentirse acompañada y querida es muy reconfortante, especialmente en los primeros días después del parto. El bebé es el centro de todas las miradas, pero la madre también necesita apoyo y comprensión.

Una sesión de masajes antes de irse a la cama puede venir muy bien para liberar la atención acumulada y conseguir un sueño reparador al menos el tiempo que duermas.

Como hemos comentado antes, el puerperio es una etapa intensa. Espero que estos consejos te ayuden a superar el cansancio de los primeros días después del parto y así tener más vitalidad para disfrutar a pleno de tu bebé.

24 marzo, 2011

Embarazo: ¿Cuándo ir al hospital si estás de parto?‏

Una de las grandes dudas de las mujeres cuando se acerca el momento del parto es saber cuándo será el mejor momento para ir al hospital, por el “miedo” a ir demasiado temprano o a ir demasiado tarde.

Seguro que a más de una os ha pasado, o como mínimo conocéis a alguien cercano, que tras acudir al hospital para dar a luz regresa a casa con los bártulos y con un “todavía te falta un poco”.

Para tratar de evitar que se produzcan demasiados viajes de ida y vuelta y para evitar un exceso de instrumentalización durante las fases de dilatación, vamos a explicar cuál es el mejor momento para ingresar en un hospital y por qué.

Qué pasa si la mujer acude demasiado pronto

Hay mujeres que en cuanto notan las primeras molestias acuden al hospital con la intención de no correr ningún riesgo, pensando que estando bajo la atenta mirada de los profesionales sanitarios el parto irá más rápido y mejor.

La realidad es que muchas de estas mujeres (la mayoría), están en una fase del parto demasiado temprana y eso hace que la espera sea mucho más elevada que si la mujer llega en una fase más avanzada y que por esta razón aumente la ansiedad y la inquietud tanto en la mujer como en sus acompañantes.

En diversas ocasiones hemos podido escuchar en las salas de espera (la de cosas que aprende uno ahí) a la madre de la parturienta, o en su defecto a la suegra, quejarse porque llevan “nosecuántas” horas con ella y que “no sé por qué esperan tanto, que le hagan una cesárea”. La realidad es que muchas de estas mujeres deberían haber vuelto a casa, ya que tanto la mujer como los familiares marcan como “hora cero” el momento en que se realiza el ingreso.

Una mujer que llega con una dilatación considerable y estando el parto avanzado dará a luz mucho antes que una mujer que llega cuando las contracciones empiezan. Entonces sus madres se cruzarán y una dirá que su hija tardó 8 horas en parir y la otra se quejará porque la suya lleva más de 15 horas “y aquí nadie hace nada”.

Pero la cosa no acaba ahí. Además de aumentar la ansiedad de la mujer y su familia, el hecho de ingresar en fases todavía iniciales del parto aumenta el riesgo de intervencionismo por parte del personal sanitario. En diversos estudios se ha asociado el ingreso temprano con una mayor utilización de oxitocina para inducir los partos, de anestesia epidural y de intubaciones en recién nacidos.

El mejor momento para acudir al hospital

El mejor momento para acudir al hospital es, en consecuencia, aquel en que la dilatación esté ya prácticamente en la fase activa. La recomendación para los hospitales es admitir a las parturientas cuando tengan dinámica uterina regular, cuando haya un borramiento cervical de más del 50% y cuando haya una dilatación de 3-4 cm.

El tiempo que puede tardar una mujer en llegar a ese momento es indeterminado. Depende de los partos previos y depende un poco de cada mujer, así que lo ideal sería esperar a que las contracciones fueran regulares (hay profesionales que van más allá y dicen que cuando sean al menos cada 5 minutos).

En caso de acudir al hospital, si allí no lo ven claro porque es pronto, recomendarán volver a casa y de hecho es lo más recomendable. Una vez en casa lo ideal es tratar de relajarse y vivir la dilatación en un clima propicio (normalmente un lugar tranquilo, sin interferencias, con poca iluminación, música suave,...). El momento de volver será cuando te hayan indicado en el hospital o cuando tengas la sensación de que las contracciones son más fuertes y continuas.

Señales y signos del parto; Romper aguas

Romper aguas se llama al proceso por el cual el líquido amniótico sale del saco amniótico que se rompe y sale por la vagina.

Esta es una señal o signo de que estas de parto. Es un sígno esperado por las madres porque es la señal fija de que vas a dar a luz enseguida.Puede ser que te pongas de parto en pocas horas o tardes hasta 24. Lo más sensato es acudir al hospital inmediatamente.

Cuando se rompa el saco amniótico sentirás enseguida un líquido tibio, que puede ser de forma lenta o en forma de chorro. También notarás un olor dulce. Lo normal es que sea de un color rojizo, blanquecino o amarillento, si es de un color oscuro, no te demores ni un segundo en ir al hospital.
Por norma general las contracciones se producen antes de la rotura de aguas, aunque no pocas tienen primero el romper aguas y después aparecen contracciones. En estos casos , si el líquido aparece de forma lenta, algunas mujeres se confunden , al principio, y piensan que no paran de hacer pipi. De pie se pierde mucho menos líquido.

Normalmente antes de romper aguas, se desprende el tampón mucoso. Pero a veces las futuras mamas no se dan cuenta.

Después de los 30 años, la reserva ovárica de la mujer desciende un 90%

Las universidades escocesas de Saint Andrew y Edimburgo realizaron en manera conjunta un estudio sobre la fertilidad femenina, para determinar así que la reserva ovárica de la mujer luego de la treintenta ha perdido ya un 90%.

Es por ello que es más difícil lograr un embarazo por cada año que pasa tras cumplir los 30, debido a que a esa edad, ya han usado casi el 90% de sus reservas de óvulos. Y a los 40 años, el 97%.

Así, explican que “cuando una mujer nace tiene 2 millones de óvulos; cuando llega a la adolescencia le quedan solamente 400.000, el resto los agotó en la infancia. Cuando llega a la menopausia le quedan sólo 1.000. Esto muestra que existe un proceso natural de desgaste, denominado apoptosis. Hasta ahora se sabía que esa caída abrupta se daba a los 35 años pero este trabajo muestra que la fecha de vencimiento de los óvulos está más cerca de los 30 años”.

Este estudio además lleva a los investigadores a pensar que muchas mujeres de esa edad sobrevaloran su capacidad reproductiva, y ello las lleva a buscar un hijo a edades en las que es más difícil lograrlo.

Por ello, los expertos recomiendan congelar los óvulos si se decide esperar.

21 marzo, 2011

¿Cuánto tiempo deben ver la televisión los niños pequeños?

Como comentabamos en nuestro artículo “los niños y la televisión”, aunque cada vez la programación televisiva es más criticada por su contenido morboso y de escasa cultura, hoy más que nunca hay más programas donde elegir. Si se escoge adecuadamente todavía quedan programas de calidad que ofrecen a los niños un mundo lleno de experiencias maravillosas tanto visuales, acústicas, de gentes, pueblos y animales, que el niño dificilmente puede encontrar en otros sitios. Tan pronto lo transporta al otro lado del mundo, mostrándole lugares y animales exóticos, como le enseña el universo, el pasado, el futuro o la realidad al alcance de su edad. Lo importante es que los padres sepan establecer desde el principio las bases para el buen uso de la televisión.

Cuando hay niños pequeños se recomienda marcar límites en cuanto al contenido de los programas y al tiempo permitido para ver la televisión. Antes del año y medio de edad el niño puede pasar sin ver la televisión. A partir de esta edad, media hora sería suficiente y sería la madre quién debería elegir la programación.

Cuando el niño ya tenga edad suficiente y algo de criterio, se le puede dar a elegir entre un programa u otro. Alrededor de los dos años de edad, se puede aumentar el tiempo de permanencia delante del televisor a una hora, especialmente en invierno cuando las temperaturas son bajas y no es recomendable estar mucho tiempo en la calle. No obstante, a esta edad se recomienda que el niño no vea más de una hora la televisión.

Salud: La presión arterial elevada en el embarazo

Una presión arterial por encima de lo normal es una situación particularmente preocupante en la etapa gestacional, por lo cual es un motivo para la consulta inmediata al médico. Veamos las causas y lo que puede ocurrir.

Hay que diferenciar la mujer hipertensa, como condición previa al embarazo, que la presión arterial elevada como consecuencia de la situación de estar encinta. En el primer caso, con los cuidados adecuados se puede llevar adelante una gestación saludable, aunque con mayor riesgo de que ocurra lo segundo. Lo normal es que sea menor de 120 mm de mercurio (son las unidades en que se mide la presión) la sistólica y 80 mm la diastólica.

Entre las hipertensiones ocasionadas por el embarazo, encontramos la preclampsia como su forma más grave. Recordemos que una mayor presión influye en la alimentación y oxigenación del feto, por ello debemos estar atentos para evitar secuelas graves en la madre y el niño.

La preclampsia es una patología en la que la presión arterial se eleva después de la mitad del embarazo y se asocia a edemas – hinchazón – y proteinuria – pérdida de proteínas por la orina –. A veces, también puede aparecer la preclampsia cuando medición debe ser mayor de 140/90, la proteinuria mayor de 300 mg al día. Los edemas se valoran por la ganancia de un Kg. de peso en una semana y por estar los pies, el rostro y manos hinchados.

La sintomatología que puede presentar la madre, además del edema generalizado o sólo de las extremidades, es cefalea, dolor en epigastrio o hipocondrio derecho, fotopsias (visión de luces), naúseas y vómitos. Tienen más riesgo de desarrollar esta patología las mujeres con HTA crónica, diabetes, gestaciones múltiples, mola hidatiforme o hidrops fetal y primigestas (primer embarazo).

Por ello es fundamental controlar la presión arterial en forma frecuente y consultar inmediatamente ante cualquier malestar o anomalía.

El consumo de fibra en la alimentación infantil

La fibra aporta un gran beneficio en la dieta de los más pequeños. Entre otras cosas es necesaria para regularizar la función del intestino y favorece la proliferación de bacterias beneficiosas, pero es necesario conocer un poco más acerca del consumo de fibra en la alimentación infantil.

Por su capacidad para resistir la digestión en el aparato digestivo, la fibra retarda el vaciamiento gástrico y acelera el transito intestinal evitando el estreñimiento, un problema gastrointestinal bastante frecuente entre los más pequeños.

También es desintoxicante,pues evita que los deshechos estén demasiado tiempo en los intestinos, y gracias a su poder saciante contribuye a prevenir la obesidad y el sobrepeso. Además, está asociada a un menor riesgo de padecer enferemedades cardiovasculares y a la prevención del cáncer de colon.

Podemos encontrarla principalmente en frutas, verduras, legumbres y cereales, preferiblemente integrales.

Una medida adecuada de fibra también es importante. Una ingesta escasa puede provocar enfermedades metabólicas como diabetes e hipertensión, pero a la vez un exceso puede significar una reducción importante en la densidad energética así como también puede producir déficit de algunos micronutrientes.

Para conocer qué cantidad de fibra al día debe consumir un niño podemos hacer un cálculo muy sencillo. Según las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría, a la edad del niño hay que sumarle 5 gramos de fibra dietética. Es decir, que un niño de 1 año debe consumir 6 gramos diarios de fibra y uno de 4, unos 9 gramos diarios.

Del total de fibra se aconseja que el 30% sea fibra soluble y que el 70% sea fibra insoluble. La primera la encontramos en alimentos como la avena, legumbres, cebada, manzana, frutas cítricas, frutillas y zanahorias, mientras que la segunda se encuentra en harina de trigo integral, salvado de trigo, cereales integrales, semillas, lechuga, espinacas, acelga, repollo, brócoli, uvas, pasas de uva y frutas secas en general.

Con respecto a la fruta, es importante destacar que la cantidad de fibra se localiza básicamente en la piel y la pulpa, por que se aconseja eliminar la menor cantidad posible. Para daros una idea sobre cómo es mejor comer una naranja, la naranja fresca aporta una media de 1,7 gramos de fibra por cada 100 gramos, mientras que en el zumo encontramos 0,1 gramos por cada 100 ml (gramos).

Algunas recomendaciones para aumentar el consumo de fibra en la dieta de los niños son aumentar el consumo de frutas (en brochetas, en trozos, piezas enteras), al menos dos piezas al día, e incluir cereales en comidas y meriendas como germen de trigo sobre trocitos de fruta o salvado en el yogur.

16 marzo, 2011

Reconocer si el bebé tiene fiebre por el tacto

Sé que este tema va en contra de todas las recomendaciones pediátricas que señalan que para saber si el bebé tiene fiebre hay que asegurarse tomándole la temperatura. Y esto sea así efectivamente para conocer el grado exacto de fiebre, aunque no lo sea tanto, para muchos padres, si hablamos de percibir que tienen fiebre tocándolos.

En realidad, este post no se trata de una recomendación sino de compartir mi experiencia (y la de otras mamás que me han comentado esto mismo) para conocer si vosotros también habéis reconocido que el bebé tiene una temperatura elevada de este modo.

La mayoría de veces que mis hijas han tenido fiebre lo he podido percibir tan sólo tocándolas, con un beso al despertar, al cogerlas en brazos o darles la mano… Enseguida me ha saltado la alarma, ese termómetro interno que dice “aquí hay algo raro”. Por supuesto, el siguiente paso es comprobar gracias al termómetro el grado exacto de temperatura.

Esto es así ante el primer aviso de fiebre en los pequeños, después ya sacamos el termómetro y lo dejamos más o menos a mano (no demasiado, porque ya sabréis lo que estos cacharritos atraen a los peques…).

Pero reconozco que, cuando mis hijas están pasando por un proceso febril que ya hemos detectado, a menudo (sobre todo cuando duermen, para no despertarlas) les “tomo” la temperatura con la mano o los labios, siempre que el estado general de las niñas sea bueno.

Para que no nos tomemos esto como un mecanismo de toma de temperatura casero pero fiable, os recuerdo cómo medirle la fiebre al bebé de forma correcta y precisa.

Estoy segura de que esta “habilidad” se desarrolla con el tiempo y el contacto con nuestros hijos, pues seguro que de recién nacidas no hubiera podido detectar esas variaciones de temperatura. Pero después de meses meciéndolas, arrullándolas, besándolas, bañándolas o cambiándoles pañales, ya nos reconocemos bastante como para saber, tan solo con una mano, si le ha subido la temperatura.

Seguro que las mamás no somos tan precisas como un termómetro (y los papás, imagino, aunque no conozco el caso). Pero creo que no es raro reconocer si el bebé o niño tiene fiebre por el tacto, tan sólo aproximándonos a nuestros hijos y una vez los conocemos lo suficiente como para saber cuál es su temperatura habitual.

Los Tratamientos de Fertilidad no se ven afectados por el stress

Es una creencia bastante extendida socialmente que el stress u otras situaciones relacionadas con el estado de ánimo de una mujer pueden afectarla en su búsqueda de un embarazo. Y –siguiendo con esta línea- que la tensión y la preocupación que se nos presentan al encarar un tratamiento de fertilidad podrían afectar sus resultados. Sin embargo, un estudio médico llevado adelante por especialistas del Cardiff Fertility Studies Research Group han probado que esto no es así.

La investigación se llevó a cabo integrando 14 estudios diferentes realizados a unas 3,583 mujeres con problemas de infertilidad que estaban bajo un tratamiento. Todas ellas fueron contactadas antes de comenzar a tratarse y se las entrevistó a fin de poder evaluar su estado anímico. Posteriormente, se re-evaluó a las pacientes para indagar nuevamente su nivel de stress, tanto en aquellas que habían logrado quedar embarazadas como a las que no.

El resultado indicó que no había una correlación directa entre el estado de ánimo y el éxito del tratamiento de fertilización.

Los niños con problemas para dormir, suele tener problemas para comer

Dos grandes preocupaciones ocupan buena parte de las energías de los padres de niños pequeños: que coman y duerman bien.

Un estudio publicado en la revista Pediatrics determinó que los padres a los que les cuesta dormir a sus bebés y niños pequeños también tendrían problemas a la hora de alimentarlos.

El llamado insomnio de la conducta, por el que un niño se resiste habitualmente a dormir o no puede permanecer dormido, afecta al 30 por ciento de los pequeños de entre seis meses y tres años.

Similar cantidad de niños tiene problemas para comer, desde los que son demasiado selectivos a los que ya tienen diagnosticado un trastorno de la alimentación.

Tal parece que ambos problemas van de la mano y hay relación entre ellos, lo que podría ayudar a solucionar ambos.

Lo habitual es que los padres cambien la rutina nocturna de los niños: fijar un horario para dormirlos y ciertos rituales, como leerles un cuento, que hace que los niños sepan que llega la hora de ir a la cama.

En cuanto a los problemas alimentarios, los expertos recomiendan tratar de que los niños se interesen en las comidas desde temprana edad a través de la introducción gradual de una variedad de alimentos saludables y coloridos, y de generar un ambiente placentero sin distracciones, como la televisión.

10 marzo, 2011

Niños: Cómo empezar a darle fruta

El alimento más importante hasta el año es la leche. Pero a partir de los seis meses, puede empezar a probar otros sabores.

Consejos para un buen comienzo

- Se le deben dar pequeñas cantidades, trituradas o muy aplastadas, y siempre después de la leche
- Los niños prefieren las frutas con más densidad energética como la manzana, el plátano o la uva, tal y como se desprende de un estudio publicado en la revista científica Appetite
- Si el bebé no la quiere la podemos comer nosotros en su presencia y ofrecerle otra cosa

Trucos para que le guste

- Si la madre come fruta, el bebé también. Una reciente investigación publicada en la revista norteamericana Pediatrics concluye que los bebés cuyas madres toman fruta durante la lactancia tendrán menos resistencia a probarla.
- Dejar que el niño manipule la fruta. Los bebés necesitan explorarlo todo con sus manos, incluso lo que se tienen que comer.
- Predicar con el ejemplo. Los padres que toman frutas y hortalizas habitualmente tienen hijos a los que les gusta este mismo grupo de alimentos.

Las primeras semanas con el recién nacido

Además de buscar ayuda con el hijo mayor y las tareas de la casa, durante las primeras semanas con el recién nacido en casa, es aconsejable:

Establecer prioridades. Cuando hay niños en casa siempre queda algo por hacer. Conviene mentalizarse de que durante unas semanas, la vida puede ser un completo caos porque el bebé no tiene un ritmo establecido. No hay ningún apuro por volver a la vida normal.

• Relegar las tareas domésticas a un segundo plano y dar un margen de confianza a la pareja si lo hace despacio o mal. Si lo criticamos o hacemos todo nosotras para terminar antes, le quitaremos las ganas de colaborar.

• Alimentarse bien y no olvidarse de tomar agua y líquidos. Una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, cereales y pescados ayuda a tomar fuerzas y a recuperarse antes.

• Descansar lo suficiente y procurar dormir cuando lo haga el bebé, mientras el otro hijo esté en el colegio.

• Intentar mantener la calma y no dejarse llevar por los nervios, porque el recién nacido lo nota y se altera más.

• Anotarse en un grupo posparto donde ir con el bebé mientras su hermano está en el jardín o en el colegio. Los centros de maternidad ayudan a la madre a ajustarse a las necesidades del recién nacido, al tiempo que comparte experiencias con otras mujeres en la misma situación.

• Limitar las visitas hasta que la madre esté recuperada del todo. Su intención es buena, pero pueden resultar agotadoras, especialmente cuando no son de confianza.

• Hablar de los sentimientos. Si se guardan, al final explotan y pueden afectar a la relación de pareja. Desahogarse es primordial.

• Invitar a las amigas a casa, para pasar un rato agradable, y recordar que ser mamá no significa estar todo el día enclaustrada. El aire libre es muy sano y despeja la mente.

• Dejarse ayudar. Intentar hacerse la fuerte es peor.

• Pensar que la etapa más difícil dura poco tiempo y que la alegría compensa el cansancio. Además, la experiencia anterior puede ser útil para desenvolverse con el bebé.

La depresión por la pérdida de un bebé puede perdurar por años

Un nuevo estudio realizado en la Universidad de Rochester – Reino Unido – descubrió que la depresión posterior a la pérdida de un embarazo o el fallecimiento del bebé al momento del parto o poco después, puede durar años, a pesar de dar a luz posteriormente a un bebé sano.

Para ello, se evaluaron 13.000 mujeres en esta situación, teniendo en cuenta que uno de cada cinco embarazos culmina en aborto espontáneo, y desde luego que estas mujeres son más proclives a padecer cuadros de depresión o ansiedad, aunque en la amplia mayoría de los casos logran ser madres después.

Así, la investigación determinó que las mujeres que habían perdido un bebé padecían niveles más altos de ansiedad y depresión en los embarazos posteriores, pudiendo incluso persistir hasta tres años después de dar a luz a un bebé sano.

Según el profesor Jean Golding, que colaboró en el estudio, estos resultados muestran como “las mujeres que pierden un bebé no son capaces de superar esta circunstancia”, lo que conlleva “importantes implicaciones para ella y su familia”.

De esta forma se recalca la importancia de tener un apoyo profesional para estas mujeres, que les permita superar esta instancia.

Por ello, los investigadores recalcan que es importante reforzar la formación de las matronas para que “pasen tiempo” con las embarazadas y “hablar de sus preocupaciones y sus temores”, a fin de poder detectar estos posibles casos de depresión y “ofrecer un asesoramiento adecuado”.

05 marzo, 2011

Fumar al inicio del embarazo causa defectos cardíacos congénitos

Las mujeres que fuman durante el primer trimestre del embarazo dan a luz a bebés con mayores posibilidades de tener defectos cardíacos congénitos.

Es que un estudio realizado por Centro Nacional sobre Defectos Congénitos y Discapacidades de Desarrollo de los CDC logró determinar una asociación entre el tabaquismo o el fumar de la madre en el primer trimestre del embarazo y los defectos congénitos del corazón.

Cuando la madre fuma en el primer trimestre, hay entre 20 y 70 por ciento más de probabilidades de que el bebé desarrolle un defecto cardíaco congénito.

Los investigadores hallaron un vínculo entre la exposición al tabaco y ciertos tipos de defectos que obstruyen el flujo de sangre del lado derecho del corazón hacia los pulmones, conocido como obstrucción del flujo del tracto del ventrículo derecho, así como aperturas entre las cámaras superiores del corazón, denominado defectos del tabique auricular.

La obstrucción del flujo del tracto del ventrículo derecho es una condición severa en la que los menores requieren de cirugía para sobrevivir.

El segundo de los defectos congénitos, el tabique auricular, varía en severidad y en algunos casos puede requerir también cirugía.

Los defectos congénitos del corazón son los defectos de nacimiento más comunes y representan aproximadamente el 30 por ciento de las muertes en bebés por esta causa cada año.

Así, una razón más para que las futuras mamás dejen de fumar.

02 marzo, 2011

Las mujeres despiertan más fácilmente con el llanto del bebé

Se ha realizado un estudio sobre la percepción sonora y el sueño, por parte de Lemsip Max All Night Cold & Flu Tablets, para determinar cómo reaccionan hombres y mujeres a los ruidos durante el sueño.

Así, se determinó que ante un bebé que llora de noche, será la mujer la primera en despertarse y reaccionar, aunque haya un hombre a igual distancia.

En el caso de los hombres, es la alarma de un coche el sonido que más fácilmente los despierta. También son susceptibles a moscas volando y a fuertes vientos.

En el caso de las mujeres, además de despertarse por un bebé, sucumben ante un grifo goteando o gente de fiesta en la calle.

En el caso de los hombres, el llanto del bebé no está ni siquiera entre los diez ruidos que más los despiertan, como sí lo están los ronquidos, el canto de un grillo, o ruidos de cañerías.

Algunas curiosidades del embarazo

Hay muchos síntomas y situaciones que pueden o no pueden afectar a la mujer durante el embarazo, como las náuseas, los antojos, las manías olfatorias… Esto no les pasa a todas las mujeres, ni ocurre en todos los embarazos, ya que una mujer que haya estado embarazada en más de una ocasión verá que en cada ocasión es diferente a la anterior. Por eso, muchas pensamos que son leyendas urbanas, tópicos típicos, batallitas de la abuela… y/o otras nos podemos sentir identificadas con cada situación. Así que aquí os traemos una lista de curiosidades y sorpresas que una puede pasar durante el embarazo.

Todas hemos oído la frase machista ‘¿es que te tiene que venir la regla o qué?’, con eso nos dan a entender que tenemos el síndrome premenstrual en el que sufrimos unos cambios de humor excesivos y ellos (víctimas inocentes <- ironía) tienen que aguantarnos. Pues durante el embarazo nuestras hormonas se nos disparan y tenemos unos cambios de humor que rozan la excentricidad. Podemos estar felices y riendo un momento y al segundo siguiente llorar desesperadamente por una tontería. Esta situación suele ocurrir en el primer trimestre y al final del tercer trimestre.

Algo muy curioso es el cambio que sufre nuestro cuerpo, y no nos referimos al crecimiento de nuestro vientre/barriga, sino por ejemplo a el aumento de nuestros pechos, el cambio de color (y tamaño) de nuestro pezones y la gran sensibilidad que pasan a tener. Y a la talla de sujetador le tenemos que añadir no solo el aumento de los pechos, sino también el aumento de tamaño de la caja torácica. Así que no os asustéis cuando al comprar el sujetador de lactancia (ese tan útil que se abre por delante) os lo dan dos tallas más grande.

Cuando una mujer se queda embarazada una se vuelve mucho más guapa (o mucho más fea). Y es que al revolucionarse nuestras hormonas se produce un abastecimiento mayor de sangre que afecta a varios de nuestros órganos. Como resultado de ello tenemos más pigmentación en la piel y más secreción de grasa, eso puede llevar desde tener un color de piel que te favorece, con un resplandor que llama la atención a llenarte la piel de feas manchas y muchos granos. Cada embarazo es diferente, así que lo único que podemos recomendar es una buena crema solar protectora para no empeorar la situación.

Durante el embarazo, normalmente hacia el final, muchas mujeres sienten la necesidad de limpiar y preparar el cuarto del bebé, una ansiedad y/o casi obsesión por tenerlo todo listo ante la próxima llegada del bebé a casa. Es la necesidad de preparar el nido, un sitio en el que tu y el niño estaréis protegidos y de alguna forma sabes que cuando llegue no tendrás el tiempo suficiente para dedicarte a ello. Esto, es muy normal, pero recuerda que debes tener cuidado y no excederte demasiado.

Se comenta que cuando una está embarazada de un varón, a esta le suele crecer pelo en el abdomen, al rededor de los pezones o incluso la cara. Todo puede ser. Además, la mayoría experimenta cambios en el cabello como por ejemplo una crecida de pelo más notoria de lo habitual y se le cae menos el pero, aunque esto se compensará después del parto, dónde a la mayoría de le caerá más pelo que de costumbre. Esta situación es temporal, después del embarazo todo volverá a la normalidad.

La hinchazón en los tobillos y en los pies es muy pero que muy habitual. Y eso puede llegar a hacernos cambiar hasta el número del calzado.

Una cosa de la que no solemos hablar pero tampoco evitar son las hemorroides y el estreñimiento durante el embarazo. Como el volumen de sangre se ha incrementado y el útero presiona la pelvis, las venas de la zona rectal aumentan de tamaño. Todos sabemos que las hemorroides pueden doler, sangrar, picar… y si a eso le sumamos el estreñimiento tan común durante el embarazo… un auténtico desastre.

Pero aunque todo eso os parezca algo que no desearíais ni a vuestro peor enemigo, el embarazo es el estado más precioso en el que puede estar una mujer. Nos sentiremos más guapas y queridas, notaremos como una nueva vida crece dentro de nosotras, notaremos sus primeras pataditas, sus primero movimientos, tendremos esa conexión especial…

Hipo del bebé durante el embarazo

Tal vez estás embarazada, eres primeriza y cada tanto sientes que tu bebé realiza unos movimientos rítmicos. A eso se lo denomina hipo fetal.

Esto comienza a producirse a partir del último mes y continúa durante todo el embarazo.

Es que durante el último trimestre de gestación, el diafragma del bebé debe ejercitarse. En los pulmones del bebé no entra aire pero si líquido amniótico con características especiales para nutrir los pulmones.

Por ello, el diafragma realiza estos movimientos respiratorios. Es normal que, incluso, durante las primeras semanas de vida, el bebé siga teniendo hipo, hasta madure finalmente su aparato respiratorio.

Así que el hipo fetal es algo normal, y un signo de que tu bebé está creciendo saludable en el útero.