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06 diciembre, 2012

Si el bebé viene de nalgas, es posible darle la vuelta

Cuando se acerca la fecha del parto y el feto todavía no ha encajado la cabecita en la pelvis de su madre, se dice que viene de nalgas. ¿Sabes que se pueden hacer unas maniobras para lograr que el feto se coloque de cabeza?

Hasta hace unos años, los embarazos en los que el niño venía de nalgas terminaban inevitablemente en cesárea. Sin embargo, en algunos hospitales se realiza un procedimiento sencillo, rápido y seguro para la mamá y el futuro bebé. Se llama Versión cefálica externa (VCE), y consiste en girar al feto mediante movimientos que se realizan sobre la tripa de la embarazada. Así aumentan las posibilidades de que el parto sea normal.

Cuándo se realiza la versión cefálica externa

Alrededor de la 37ª amenorrea, es decir, a partir de que hayan pasado 37 semanas después del primer día de la última menstruación.

En qué casos está recomendada la VCE

Cuando a partir de esa fecha, el feto sigue en posición podálica (o lo que comúnmente se conoce como de nalgas), el embarazo se desarrolla con normalidad y no hay circunstancias que desaconsejen la maniobra: podrían ser placenta previa, hemorragia vaginal en los días anteriores, malformaciones graves, preclampsia (una complicación que se caracteriza por la aparición de proteínas en la orina, tensión alta y aumento repentino de peso) o gestación múltiple, entre otras.

En qué consiste la versión cefálica externa

Se trata de girar el feto dentro del útero mediante una serie de maniobras que el ginecólogo realiza con las manos sobre la piel de la tripa de la embarazada. Se practica en tres movimientos: uno mueve el feto hacia arriba, desencajándolo de la pelvis, otro de rotación y un tercero hacia abajo para colocar la cabeza del futuro bebé en la pelvis.

Es más efectiva si se utiliza un relajante uterino, que se administra por vena. Antes de empezar la maniobra se realiza una ecografía para conocer la posición del feto, su tamaño y la cantidad de líquido amniótico, además se monitoriza al futuro bebé para controlar que todo está bien. Después de la maniobra, haya sido exitosa o no, la futura mamá se queda un rato en monitores y vuelve a casa.

¿Duele la VCE?

Lo normal es que no administren anestesia y, aunque algunas mujeres consideren la maniobra dolorosa (para la mayoría es solo molesta), el poco tiempo que dura compensa el mal rato. Cuando todo va bien, puede durar unos cinco minutos y en ningún caso más de diez. Después, en casa, podemos sentir molestias leves o cansancio.

¿Puede haber complicaciones?

Es muy raro (menos del uno por ciento de los casos) que surjan complicaciones graves por usar esta técnica: que el feto se haya visto afectado, desprendimiento de placenta, rotura prematura de membranas, etc., pero si ocurre alguna de estas cosas se realiza una cesárea de urgencias.