-

06 diciembre, 2012

Hiperémesis gravídica, cuando las náuseas son un problema

La mayoría de las mujeres tienen problemas digestivos durante el embarazo, en especial en las primeras semanas, que causan náuseas y vómitos, además de cierta aversión a determinados aromas o alimentos. La rápida elevación de los niveles séricos de HGC (gonadotropina coriónica humana), secretada por la placenta, explican estos síntomas – entre otros –

Sin embargo, en algunos casos las náuseas o vómitos se vuelven tan intensos que es necesario tomar medidas para frenarlos, estamos ante la hiperémesis gravídica. Además de la frecuencia e intensidad de las náuseas y vómitos, otros signos son la baja tensión arterial, el pulso acelerado y los mareos. Se considera hiperémesis cuando se produce deshidratación, pérdida de peso mayor al 5%, cetonuria (presencia de cetonas en orina) y desequilibrio metabólico y electrolítico.

Como ocurre con las náuseas, aparecen alrededor de la quinta semana y desaparecen en la 20, aunque en estos casos es necesario tomar medidas de apoyo como hidratación por vía endovenosa, además de administración por esta vía de electrolitos, glucosa y otros, para evitar que el embrión o feto carezca de nutrientes.

También se pueden administrar drogas antieméticas – evitan el vómito – para que la paciente no se siga deshidratando, y también vitaminas varias a través de la vía endovenosa.

Una de las formas de aliviar las náuseas al principio del embarazo, es administrar vitamina B6, no más de 100 mg. al día. Algunas opiniones afirman que tratamientos de terapias alternativas, como homeopatía y acupuntura, logran buenos resultados para aliviar este síntoma tan molesto y potencialmente peligroso para la salud de la mamá y el incipiente bebé.

Por ello, si tus náuseas o vómitos no ceden, no esperes demasiado tiempo para consultar el servicio de emergencias de tu hospital, ya que es importante tratar con celeridad a la mujer con hiperémesis gravídica.