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03 mayo, 2011

Alertan sobre la apnea del sueño en el embarazo

El embarazo, en especial en sus etapas finales, trae a las futuras mamás problemas para conciliar el sueño y además para que este sueño sea profundo y reparador. Cuestiones como los malestares propios del estado, el tamaño del vientre y otras causas asociadas, dificultan el buen dormir.

Sin embargo, muchos de los problemas de sueño del embarazo pueden ser tratados o mejorados, a pesar de que los considere “normales”.

Es que particularmente hay un problema que puede desencadenarse con el embarazo, y que de ser así significaría un peligro para la salud de la madre y el bebé, y es la apnea del sueño.

Dado que es una de las causas de un mal dormir en la población en general, la apnea del sueño se puede desencadenar o agravar con el embarazo. Consiste en la interrupción completa del flujo nasobucal, lo que provoca que la persona haga pausas en la respiración.

En este punto, el sobrepeso es un factor importante, ya que si sumamos embarazo y obesidad, hay más probabilidades de tener apnea. En concreto, cerca del 40% de las pacientes obesas y embarazadas desarrollaron apnea obstructiva en el tercer trimestre.

Asimismo, los cambios hormonales en el embarazo crean el escenario perfecto para la apnea obstructiva de sueño.

Mientras que la progesterona aumenta la inflamación en los tejidos de la garganta, el estrógeno relaja los vasos sanguíneos, lo que propicia una mayor inflamación. Incluso se libera una hormona sólo durante el embarazo, llamada relaxina, y como muestra su nombre, relaja los músculos.

La apnea de sueño sin tratamiento durante el embarazo ha sido asociada al aumento del riesgo de padecer presión sanguínea alta, preeclampsia y bajo peso en el recién nacido, así como malos resultados en la prueba de APGAR (que evalúa la salud de recién nacidos).

Incluso, la apnea hace que se registren menos movimientos fetales, todo lo cual indica una repercusión negativa en el feto. Los movimientos fetales aumentaron significativamente cuando la respiración de las mujeres se normalizaba con una máquina de ventilación a presión.

Algunos estudios sugieren que la apnea obstructiva sin tratamiento en una madre pone al niño en riesgo cardiovascular y metabólico. Se necesita una mayor investigación sobre la prevalencia de la apnea obstructiva en mujeres embarazadas y sobre las consecuencias que podría tener para ellas y sus hijos.

Por ello, en algunos sitios ya se están realizando pruebas de sueño a embarazadas para determinar si tienen este problema y en tal caso, tratarlo ya que las alternativas más efectivas prescinden de medicamentos y son muy seguras.

Así, la salud de la madre y el bebé mejoran notablemente.