-

10 febrero, 2010

La limpieza íntima después del parto, paso a paso

En los días que siguen al parto, a la mayoría de las madres nos surgen muchas dudas respecto a la higiene: ¿cómo lavar la episiotomía? ¿Con qué frecuencia? ¿Lo estaremos haciendo bien?... Respondemos a tus preguntas, aunque si surge un problema lo mejor es acudir a la matrona del centro de salud.

Una buena higiene después del parto o cesárea evita infecciones de la herida de la placenta.

¿Cómo lavar los genitales después de dar a luz?

Los cuidados de la zona genital en el posparto son muy similares, haya o no episiotomía o algún tipo de sutura (puntos).

La higiene solo debe ser externa. Nunca se deben hacer lavados internos (introduciendo agua o algún producto en el interior de la vagina) porque esto destruye nuestra flora natural y favorece la aparición de infecciones internas. La vagina está preparada fisiológicamente para las lesiones que produce el parto, y resulta sorprendente la capacidad de cicatrización y reparación que poseemos.

La zona se ha de asear solo con agua templada y jabón neutro (de glicerina o incluso jabón lagarto del que se utilizaba antiguamente para el lavado de la ropa, puesto que es el que tiene un pH más parecido a la piel).

No se deben utilizar sustancias antisépticas, ni antibióticos, ni desinfectantes, ni cicatrizantes, salvo que la matrona o el ginecólogo lo indiquen. Si damos el pecho, está totalmente prohibido el uso de desinfectantes yodados porque pasan a través de la leche y pueden originar problemas de tiroides al pequeño.

La limpieza íntima después del parto, paso a paso

* El lavado y el secado se harán siempre en dirección de la vagina al ano, nunca al revés, para evitar el paso de gérmenes de la zona rectal a la zona genital.
* Preferentemente debemos lavarnos con la mano, puesto que las esponjas constituyen un almacén estupendo para los gérmenes.
* Nos ducharemos por la mañana, limpiando meticulosamente la zona, y por la noche, si nos resulta cómodo, la refrescaremos en el bidé, pero siempre con el agua a chorro, nunca estancada, porque entonces se convierte en un caldo de cultivo de gérmenes.
* No es aconsejable lavarse más de dos veces al día, porque el exceso de humedad macera la zona y dificulta la cicatrización.
* No pasa nada si los puntos entran en contacto con la orina o las heces. La flora natural de la piel nos protege de las infecciones.
* Después del lavado, nos secaremos bien con una toalla suave, también en dirección vagino-rectal. No es necesario usar el secador.
* Utilizaremos compresas tocológicas de algodón, sin plásticos ni superabsorbentes, y las cambiaremos cuando estén mojadas para evitar el exceso de humedad.
* Siempre que sea posible, y cuando ya no haya sangrado excesivo, podemos mantener la zona al aire.
* No es preciso depilarse. Es posible que nos rasuraran durante el parto, pero en el posparto el vello no supone ningún riesgo.
* Esta higiene se debe mantener mientras haya loquios. Después, volveremos a nuestra higiene habitual.

¿Y cómo se limpia la episiotomía?

Los puntos son reabsorbibles, es decir, se caen solos, y tardan en hacerlo aproximadamente 10-15 días.

Si se infectan la episiotomía o el desgarro o se abren los puntos (dehiscencia), la matrona o el tocólogo nos explicarán qué hacer (a veces es necesario tomar antibióticos o practicar curas con antisépticos o cicatrizantes).