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29 agosto, 2009

¿Qué tiene un suplemento vitamínico que no aporte la comida?

Si eres una alumna perfecta en cuanto a nutrición se refiere, posiblemente la respuesta a esta pregunta sea “nada”. Puede que estés obteniendo la mayor parte de los nutrientes que necesitas de tu alimentación habitual.

Hay dos nutrientes clave que las embarazadas suelen obviar y no deberían. Estos nutrientes son los siguientes:

Ácido fólico

Tomar un suplemento es la única manera de asegurarte consumir la cantidad diaria suficiente de ácido fólico. Los médicos recomiendan consumir una dosis diaria de 400 microgramos (mcg), desde un mes antes de quedar embarazada (como mínimo).

Los estudios demuestran que esto puede reducir hasta en un 70% el riesgo de que el bebé padezca defectos en el tubo neural. Si tú no estás tomando una píldora de vitaminas prenatales, asegúrate de consumir por lo menos un suplemento de ácido fólico.

Si ya tuviste un bebé con problemas en el tubo neural, necesitarás tomar 4,000 mcg, o 4 miligramos de ácido fólico diarios, un mes antes de la concepción. Habla con tu doctor sobre estas pastillas para estar segura.

Hierro

Los suplementos pueden ayudarte a consumir la cantidad de hierro necesaria. La mayor parte de las mujeres no incluyen en su dieta cantidades suficientes de hierro y eso está mal. Durante el embarazo el cuerpo produce mucha más sangre para el bebé, y el hierro en sangre puede resultar insuficiente. Para evitar una anemia por falta de hierro, la mayor parte de las mujeres suelen apostar a un suplemento.