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05 agosto, 2009

Guerra a las estrías

El 90 por ciento de las embarazadas terminarán su gestación con alguna estría que otra. Pero estas temidas líneas antiestéticas en la piel afectan también a personas obesas, adolescentes, culturistas… Una buena hidratación y masajes ayudan a prevenir su aparición.

Las estrías tienen un color violáceo (entre morado y rojo), después se vuelven rosadas y, por último, reducen su anchura y se convierten en unas líneas blancas nacaradas, que suelen tener un tamaño de uno a tres centímetros de largo y una anchura de uno a cinco milímetros.

¿Por qué se producen?

Debido al embarazo, el crecimiento, los cambios bruscos de volumen o el aumento de peso la piel tiene que darse de sí rápidamente.

* Cuando la piel tiene que estirarse demasiado, la capa media (la dermis) se rompe y la epidermis transparenta estas fisuras. No todas las pieles tienen la misma elasticidad y en esto influye mucho la herencia. Aunque no es una ley infalible, si tu madre o tu hermana tienen estrías, es probable que tú también las sufras.
* Los cambios hormonales, que repercuten sobre la producción de colágeno y elastina, también favorecen la aparición de estrías. Por eso, es habitual que aparezcan en tres etapas fundamentales de la mujer: la pubertad, el embarazo y la menopausia.
* El tipo, el grosor y el tono de la piel también determinan una mayor o menor tendencia a la rotura de la dermis. Las pieles secas, finas y claras son más propensas a las estrías.

¿Cuáles son las zonas de riesgo?

La distribución de las estrías es bastante similar en todas las personas, pero cada grupo tiene unas zonas en las que es más frecuente su aparición.

* En las embarazadas las estrías suelen salir a ambos lados de la tripa, en los senos, las caderas y los muslos.
* Los hombres suelen tenerlas en el abdomen, los brazos y los glúteos.
* Los adolescentes las padecen en el tronco, los muslos y los brazos.
* En los culturistas aparecen en las partes del cuerpo más musculadas.

¿Se pueden prevenir?

Una vez que las estrías han aparecido, poco se puede hacer para eliminarlas. No podemos cambiar nuestro tipo y calidad de piel ni la herencia genética y, mucho menos detener los cambios hormonales, así que la única forma de prevenir su aparición es mantener la piel lo más hidratada y elástica posible.

* Hay que ser muy constante y aplicar diariamente (incluso dos o tres veces al día) una buena crema hidratante en todo el cuerpo, y fundamentalmente en las zonas de riesgo, donde conviene utilizar productos específicos para las estrías que, además de nutrir la piel, la fortalecen y reafirman.
* En caso de embarazo, se debe empezar a usar estas cremas, mañana y noche, en cuanto se confirma la noticia. Esto es fundamental sobre todo en los senos que comienzan a aumentar de tamaño desde el momento que se inicia la gestación, sin olvidar las otras zonas de riesgo: abdomen, muslos y caderas.
* El tratamiento es el mismo, haciendo hincapié en las zonas de riesgo, para todas las personas que estén expuestas a cambios bruscos de peso o volumen, o que inician un régimen de adelgazamiento.
* El tratamiento antiestrías debe continuar después del parto, durante dos o tres meses, hasta que la piel vuelva a su estado natural, ya que a veces se producen después de dar a luz. Si estás dando de mamar, puedes aplicar la crema después de la toma o, incluso, sustituirla por aceite de oliva virgen extra.

La dieta también influye

En los periodos de mayor riesgo, una dieta equilibrada ayuda a prevenir la aparición de estrías. Las vitaminas A, B5,C, y E, y minerales, como el cinc, el cobre y el silicio favorecen la elasticidad. Podemos encontralos en: huevos, carne, vegetales, cítricos, patatas, leche, cereales integrales, frutos secos, aceite de oliva, aguacate, soja, moluscos, lentejas, guisantes...

Tratamientos clínicos

Cuando las estrías ya se han instalado, existen algunos tratamientos más agresivos (siempre los debe determinar el médico según el caso, la zona y el tipo de piel), que pueden llegar a eliminarlas: peeling profundo, dermoabrasión, láser y cirugía plástica.
Para qué sirven las cremas

Son fundamentalmente tratamientos preventivos muy eficaces si se aplican en el momento adecuado y con mucha constancia. Contienen principios que activan la síntesis del colágeno y la elastina, estimulan la hidratación y reafirman la piel. Incluyen también vitaminas, como la E, y algunos aceites esenciales, fundamentalmente el de rosa mosqueta y el de almendras.

Las cremas serán más efectivas si las hacemos penetrar con un suave masaje circular, evitando la zona de la areola y el pezón. Además se puede estimular la piel, antes de aplicar la crema, con un masaje a base de pequeños y suaves pellizcos que fortalecen la piel y estimulan la circulación, lo que favorece la elasticidad. Este masaje resulta igualmente efectivo en todas las zonas. Un efecto similar tienen las duchas circulares de agua fresca (no helada) en torno a los senos, los muslos, las caderas y la tripa.

¿Y si ya han aparecido las estrías?

Eso significa que piel ya se ha roto y poco se puede hacer. Aun así, el tratamiento es más efectivo cuanto antes se aplique.

* Es más fácil que estas pequeñas cicatrices se difuminen, hasta volverse casi imperceptibles, si comenzamos a tratarlas cuando son de color violáceo, rojo o rosado, que cuando ya se han vuelto blancas. El uso continuado y constante de productos específicos las irá difuminando poco a poco.
* Resultan bastante eficaces algunos tratamientos de aromaterapia a base de unas gotas de aceites esenciales de: rosa mosqueta, lavanda, petitgrain, naranja o geranio (no conviene aplicarlos directamente sobre la piel), mezclados con aceites más ligeros, como los de almendras, coco o germen de trigo.
* Otra posibilidad son los tratamientos caseros a base de mascarillas de uva, zanahoria, cola de caballo, árnica o caléndula. Si vas a tomar el sol, debes tener en cuenta que la piel de la estría no se broncea, así que cuanto más morenas estés más se notarán las rayitas blancas. En cambio, los bronceadores sin sol sí ayudan a disimularlas.

Via: serpadres