Al cumplir el año, los elementos estrella de la comunicación de los niños son sus gestos. Su mirada, su caminar vacilante, su risa... Para nosotros sus gestos tienen poderes mágicos: nos enternecen y fascinan. Toma nota de sus principales armas de seducción.
Con un año la comunicación de los niños se basa en algunos gestos y cuatro palabras. Su encanto ilimitado y su ingenio hacen que consigan todo lo que quieren. Poco a poco van tomando conciencia de lo mucho que nos fascinan sus gestos y aprenden a explotarlo.
Lo consiguen todo señalando y balbuceando. Verlo con el dedito estirado señalando una galleta nos enternece tanto que se la damos. Los aplausos y los saludos son otros gestos mágicos que, de vez en cuando, nos regala nuestro niño. A nosotros nos fascina este tipo de comunicación, y hacemos todo lo que nos pide para demostrarle que lo hemos entendido.
Sus primeras palabras
La llegada de las primeras palabras hacen la delicia y crean la expectación de toda la familia. "Papá" y "mamá" son las más comunes, aunque no tiene porque ser así. Nuestro bebé pronto descubrirá que, cuando nombra a las personas, consigue atraer toda su atención. Nada hace más efecto en una madre que escuchar la palabra "mamá" de boca de su pequeño.
Después de los gestos y los balbuceos llegan los intentos de nombrarlo todo, tarea en la que todos colaboramos gozosamente. Les encanta aprender palabras nuevas e intentar repetir todo lo que decimos. Nosotros nos entregamos a sus constantes demandas, aunque debemos tener en cuenta sus límites y no pedirles más de lo que pueden decir.
¡Que serios se ponen!
- Más allá de sus gestos y palabras, lo que más nos enamora de los pequeños de un año es el tesón y la seriedad con la que realizan cualquier tarea. Meten, sacan, apilan y traen cosas con infatigable voluntad.
- La imitación es otro de los mecanismos de aprendizaje. Repiten todo lo que hacemos. Es bastante común encontrar a los niños de año y medio paseando por la casa con la manita en la oreja y chapurreando una animada conversación con un teléfono móvil imaginario.
El pequeño insistirá hasta que hagamos comentarios sobre lo que está pensando y nosotros tenemos que descifrar lo que quiere decir.