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24 abril, 2008

Los síntomas del parto. ¡El bebé ya está aquí!


Las molestias del final del embarazo se pueden confundir con las del parto. Es importante conocer cuáles son los síntomas más habituales de que el nacimiento del bebé está cerca para mantenerse serena y saber cuándo acudir a la maternidad.


Expulsión del tapón mucoso: el tapón mucoso es una especie de moco espeso que se forma en el cuello uterino al inicio del embarazo para aislar al feto de posibles infecciones. Puede expulsarse durante el parto, o unas horas e incluso días antes, en forma de sustancia densa y gelatinosa, de color marrón sanguinolento.
La pérdida del tapón no es una razón para ir a urgencias, aunque conviene consultar al ginecólogo para que valore si hay otros síntomas. Sí es señal de parto si se acompaña de dolores abdominales o de abundante sangre.


Romper aguas: la rotura de la membrana del saco amniótico (un velo ligero y transparente que contiene el líquido que protege al bebé) es un síntoma inequívoco y espectacular de que el bebé va a nacer si el embarazo está a término.
La bolsa suele romperse durante el proceso de parto, por el efecto de las contracciones, una vez que el cuello del útero se ha dilatado cinco cm, pero también puede romperse antes.
Si el líquido que se desprende es claro, hay que acudir al hospital, aunque no con carácter de emergencia. Es preocupante si la rotura se acompaña de un sangrado evidente, dolor abdominal constante o intenso o si el líquido es espeso o de un color verdoso: un líquido teñido suele indicar pérdida de bienestar fetal, por lo que hay que ir a urgencias.

Contracciones: las contracciones del embarazo son irregulares en su duración, frecuencia e intensidad y generalmente no resultan dolorosas y solo se aprecian como un endurecimiento de la tripa.

A partir de la semana 36ª o incluso antes, se pueden empezar a sentir de forma más intensa, a modo de pequeños golpecitos en la tripa. Son las falsas contracciones de parto, que a diferencia de las contracciones de parto desaparecen al caminar, descansar o cambiar de posición.
Las contracciones de parto siempre duelen, se producen aproximadamente cada cinco minutos, a intervalos regulares durante al menos una hora, no ceden al descansar y con cada una la tripa se endurece.
Las primerizas deben ir a la clínica cuando tengan contracciones regulares cada cinco minutos durante una hora y las multíparas cuando las sientan cada diez minutos.


Cuándo acudir al hospital

- Si se perciben contracciones rítmicas en el tiempo y crecientes en intensidad (muy dolorosas progresivamente).
- Si se rompe aguas. Es fácil notarlo, se produce una salida involuntaria de líquido claro por la vagina, con una sensación similar a la que se percibe al orinarse encima.
- Si se presenta una hemorragia, de sangre roja fresca, en cantidad similar a la que se produce con una regla. Las contracciones del preparto pueden originar pequeños manchados oscuros de sangre, que también pueden aparecer tras haber mantenido relaciones sexuales y que, a diferencia de las hemorragias, no suponen un motivo de urgencia, aunque sí deben consultarse al ginecólogo.
- Cuando no se perciba ningún movimiento del bebé durante todo un día.

Fuente: www.serpadres.es