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24 abril, 2008

¿Cuánta leche deben tomar los niños?


Es un alimento básico durante los primeros años de vida. Los lácteos aportan el calcio que los huesos necesitan para crecer sanos y fuertes. Aún así, hay que tomarlos en su justa cantidad.

¿Qué aportan la leche y sus derivados?
* Proteínas de buena calidad, que intervienen en la construcción de músculos, huesos y tejidos del cuerpo.
* Calcio, un mineral imprescindible para desarrollar unos huesos fuertes para toda la vida.
* Vitamina D, que ayuda al organismo a absorber el calcio.

¿Qué cantidad se recomienda?
* Entre el primer y tercer año se recomienda tomar unos 500 ó 600 ml de leche al día para cubrir las necesidades de calcio, que son de 800 mg.
* En los primeros años la leche debe ser entera, salvo que el médico indique lo contrario.
* Durante toda la vida se deben tomar al menos dos raciones de lácteos al día o lo que es lo mismo:

* 2 vasos de leche
* 1 vaso de leche y 2 yogures
* 1 vaso de leche, 1 yogur y un poco de queso

¿Y si no la toleran?
* Algunos niños tienen alergia a las proteínas de la leche de vaca los primeros meses de vida. El pecho es la mejor alternativa, y en algunos casos es necesario que la madre deje de tomar lácteos porque sus proteínas pasan a la leche materna.
* Para los niños que toman biberón existen unas leches hidrolizadas (en las que se han roto las proteínas) que aportan todos los nutrientes y principios de la leche, pero no provocan reacción alérgica. Este trastorno suele desaparecer pasados unos años.
* También hay niños que tienen intolerancia a la lactosa, un carbohidrato de la leche. Este trastorno produce gases, dolor de tripa y diarrea, entre otros síntomas. Los niños que lo padecen suelen tolerar bien el yogur, porque con la fermentación la lactosa se ha transformado en otra sustancia que no les perjudica.

¿No hay límites en la ingesta de lácteos?
* Algunos niños toman una cantidad excesiva de productos lácteos, a veces animados por los padres, que prefieren darles leche y yogures a que se queden «sin comer».
* Un exceso de lácteos puede quitarles el apetito e impedir que tomen otros alimentos y disminuir sus reservas de hierro, ya que el calcio interfiere en la absorción de este mineral tan importante.

fuente: www.serpadres.es