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16 junio, 2013

Embarazo: Cómo saber cuando llegan las contracciones de parto

Las mujeres embarazadas sobre todo las primerizas se sienten muy preocupadas cuando piensan en el momento del parto. Uno de sus miedos es saber sí reconocerá el cuando echar a correr al hospital. Las contracciones dependen de cómo el útero se contrae y dilata que a su vez depende de los movimientos del bebé y de cómo se posicione en el útero preparándose para la llegada a este mundo.

Los movimientos y giros del bebé se traducen en pinchazos que siente la madre y que son conocidos como contracciones focales, éstas todavía no son preocupantes y los síntomas son parecidos a cuando se está con la vejiga llena o se cambia de postura. Suelen ser contracciones aisladas que no van acompañadas de ningún otro síntoma.

Cuando el embarazo ya está avanzado y se va aproximando la fecha del parto, aproximadamente a partir del quinto mes suelen aparecer las denominadas contracciones de braxton hicks, éstas suelen ser esporádicas, irregulares e indoloras. Sabrás que se trata de las contracciones de braxton y no de las auténticas porque no aumentaran ni en duración ni en intensidad, podemos decir que se trata de contracciones preparatorias o de entrenamiento.

Las verdaderas contracciones de parto se dan cuando el útero se va preparando para la salida del bebé, comienza a dilatar y en muchos casos se expulsa el tapón mucoso que hace de barrera para que no asciendan los gérmenes por la vagina.

Las contracciones previas al parto comienzan con un ligero dolor en la parte baja del abdomen que poco a poco va aumentando hasta convertirse en un dolor persistente y bastante parecido al que padecen las mujeres durante la menstruación. El intervalo de tiempo que pasa de contracción a contracción es muy variable, ya que va desde los 10 minutos a los 30 minutos, comenzando habitualmente el día previo al parto. A medida que se aproxima el momento del parto las contracciones se hacen más regulares es entonces el momento de ir al hospital. Una vez allí comprobarán en que parte del proceso te encuentras, te tomarán la tensión arterial, verán cuanto has dilatado, etc. Normalmente, si has pensado ponerte la epidural hasta que no dilatas unos cuatro centímetros no la suelen poner, no obstante aunque ya lleves esa dilatación lo más habitual es que todavía haya que esperar a que salga el bebé, ya que los últimos centímetros son los más costosos de dilatar.

Ante todo intenta estar relajada y pensar que pronto vas a poder estrechar entre tus brazos a esa persona maravillosa que llevas en tu vientre. Disfruta de la experiencia porque es única e inolvidable. Tu vida a partir de este momento ya no volverá a ser igual porque habrás dado la vida a un ser que te necesita y por el que deberás luchar y ser feliz para que él también pueda serlo a tu lado.