Se denomina posición posterior cuando el bebé tiene la cabeza abajo, pero la parte posterior de su cabeza está contra tu columna vertebral, y más si su barbilla está despegada del pecho. Alrededor de uno de cada 10 bebés está en esta posición cuando empieza el parto.
Este parto será más doloroso, pues la parte más dura de la cabeza del bebé presionará la columna vertebral, puedes sentir deseo de pujar antes de tiempo, y el trabajo será más lento, aunque en general pueden nacer igual por la vía vaginal, y se irá dando vuelta en 180 grados mientras baja, o bien no se moverá, pero será necesario utilizar ventosas o fórceps para que el niño nazca.
Las razones por las que el bebé se puede colocar en posición posterior pueden ser anatómicas, porque la pelvis en lugar de ser redondeada es estrecha y ovalada, o con forma de corazón. Si esto ocurre, el niño probablemente se ubique “espalda contra espalda”, porque así descansará su cabeza en la parte más ancha de la pelvis.
Pero hay hábitos del estilo de vida que pueden hacer que el niño se ponga en posición posterior, por ejemplo permaneciendo muchas horas sentada con la pelvis inclinada hacia atrás. Eso ocurre en general si trabajas muchas horas frente a una computadora, si permaneces mucho rato en el sofá con la pelvis hacia atrás, o toda vez que la altura de las rodillas sea superior a la pelvis.
Así que para que el niño adopte la posición fetal óptima, comienza tratando de colocar cojines en tu sofá o en el asiento del coche, para que la cadera quede por encima de las rodillas, también es gran idea permanecer un buen rato al día en cuatro patas, e incluso gatear diez minutos, dos veces al día en las últimas seis semanas del embarazo si eres primeriza, y en las últimas tres si ya es tu segundo bebé o los sucesivos. Incluso en cuatro patas, puedes intentar llevar el pecho a las rodillas para ayudarlo a moverse a la posición óptima de nacimiento.
Prueba balancear tus caderas de un lado al otro, nadar con la tripa hacia abajo, y dormir de lado, nunca de espaldas.
Si bien las cuclillas son buenas, evita una posición muy profunda. Mejor es sentarte en un taburete bajo, con la espalda derecha y no hacia delante.
Por último, quítate el hábito de cruzar las piernas, que estrecha la pelvis por delante y la amplía por detrás, todo lo contrario de lo que estamos buscando.
