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07 abril, 2013

Obesidad, tabaco y plaguicidas afectan a la salud del bebé desde antes del embarazo

Lo que come la mujer, la contaminación ambiental, el tabaquismo y la obesidad antes del embarazo afectan no solo a las posibilidades de lograr un embarazo: también repercuten en la salud de su hijo a largo plazo.

Si quieres tener un hijo sano, que sea un adulto sano, es necesario empezar a cuidarte desde antes de la concepción. Y es que las condiciones de vida de la mujer desde antes del embarazo repercutirán en la salud de su hijo para toda la vida.

De estos factores se ha hablado en el V Congreso internacional IVI , que ha reunido en Sevilla del 4 al 6 de abril de 2013 a 1200 expertos de más de 60 países.

Ya sabíamos que las condiciones y hábitos de vida de la mujer influyen en su posibilidad de tener un hijo. De hecho, los expertos en medicina reproductiva buscan tratamientos cada vez más integrales para aumentar las tasas de embarazo en los tratamientos de reproducción asistida.

Ahora, además, quieren llamar la atención sobre las consecuencias que esos hábitos y ese entorno pueden tener para los hijos.

“La etapa preconcepcional tiene una gran influencia sobre los resultados del embarazo y sobre el estado de salud a largo plazo, por lo tanto debe ser tenida en cuenta a la hora de planificar tratamientos de fertilidad”, explicó el director médico del Grupo IVI, Antonio Requena, en el congreso.

“La nutrición, la contaminación ambiental, el tabaquismo y la obesidad afectan no solo al sistema reproductor humano sino también a la salud de los descendientes a corto y a largo plazo”, explicó Requena.

Los hijos de mujeres obesas tienen un 40% más de probabilidad de tener sobrepeso en su vida adulta

La obesidad no sólo afecta a la mujer en el embarazo y posparto, sino que es un factor de riesgo importante para enfermedades crónicas como las cardiovasculares, el síndrome metabólico y diabetes tipo II en la adolescencia y la edad adulta de los hijos.

Además, las probabilidades de que los hijos tengan sobrepeso y sean obesos aumentan en un 40% y un 26% respectivamente, a la edad de 16 años, ha explicado el doctor Sergio Soares, director de la clínica IVI Lisboa.

Soares advierte que la obesidad femenina también está relacionada con resultados adversos fetales y neonatales como sufrimiento fetal, hipoglucemia, ictericia o malformaciones congénitas, e incluso el riesgo estimado de muerte fetal es el doble en las mujeres obesas que las mujeres de peso normal.

Fumar durante el embarazo puede causar infertilidad al bebé en su etapa adulta

El tabaquismo durante el embarazo perjudica gravemente la salud de los descendientes y puede llegar a ocasionar infertilidad en el niño en el futuro, indica el doctor Soares.

Las madres que fuman más de diez cigarros al día durante el embarazo influyen de forma directa en la salud de sus pequeños, y pueden provocar una reducción en la concentración de esperma del 20-48% en comparación con los individuos no expuestos, en caso del varón, y una reserva limitada de ovocitos y subfecundidad si esperan una niña.

Según explica Sergio Soares, “las mutaciones en el esperma pueden ser transmitidas a la descendencia como cambios permanentes e irreversibles en la composición genética y pueden persistir en las generaciones futuras. Las consecuencias del hábito de fumar se extienden más allá del fumador a sus descendientes no fumadores”.

La mala alimentación tiene relación con defectos congénitos en el futuro bebé

La falta de hierro antes de la concepción es uno de los factores que pueden causar defectos congénitos, según R. Steegers-Theunissen, Profesor en Epidemiología periconcepcional, del departamento de obstetricia y ginecología y clínica genética del Centro Médico Universitario de Rotterdam (Holanda) y participante en el congreso del IVI.

Los estudios de Steegers-Theunissen revelan que una dieta inadecuada afecta negativamente a la fertilidad y al éxito en los tratamientos de reproducción asistida. Los estudios epidemiológicos evidencian que la nutrición especialmente periconcepcional así como el uso de suplementos de ácido fólico (Error: Unsupported link type, check link.tpl) afectan a la programación del ADN y a los genes implicados en la maduración y el desarrollo de los gametos, blastocisto y el endometrio.

Por otro lado, una dieta rica en colina, metionina y folato (nutrientes que se encuentran en verduras de hojas verdes, legumbres, huevos, carne, pescado y cereales integrales), así como el suplemento de ácido fólico, reducen el riesgo de complicaciones en el embarazo como malformaciones congénitas o bebés pequeños para su edad gestacional, e incrementa las posibilidades de embarazo después de un tratamiento de reproducción asistida.

El contacto cotidiano con tóxicos afecta a la salud reproductiva de la persona y sus descendientes

El informe Weybridge +15 (1996-2011) afirmó que los índices de enfermedades endocrinas y trastornos humanos parecen haber aumentado en consonancia con el crecimiento de la industria química. “Pruebas con personas han llevado a muchos científicos a preocuparse por la capacidad de algunos contaminantes químicos, los llamados disruptores endocrinos químicos (SAE), para interferir en el funcionamiento normal de las hormonas y causar daños reproductivos y de desarrollo relacionados con alteraciones endocrinas”, explicó el doctor Nicolás Olea, Catedrático de Medicina en la Universidad de Granada y Coordinador de Investigación del Hospital Clínico de Granada, en su ponencia del congreso.

En la actualidad, ha señalado Olea, hay estudios en marcha como el de Infancia y Medioambiente (INMA) que investigan la posible relación entre la exposición a los disruptores endocrinos químicos durante la vida fetal y enfermedades reproductivas o de trastornos del desarrollo en la infancia y la vida adulta. Uno de los estudios en los que analizaron 150 muestras de placenta de mujeres andaluzas detectó ocho plaguicidas por placenta con al menos un contaminante.