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29 marzo, 2013

Recomendaciones para volar en avión durante el embarazo

A partir de esta Semana Santa, muchas futuras mamás tomarán aviones para hacer una escapada de turismo, a un destino vacacional o a visitar familiares. En principio, la situación de volar en avión no representa ningún riesgo para la embarazada, no obstante lo cual es necesario tener determinadas precauciones.

Hasta la semana 36 se considera seguro viajar en avión durante el embarazo. No obstante, si necesitas viajar muy cerca de esta fecha o si el aumento de peso ha sido considerable, debería ser el obstetra quien evalúe si es conveniente o no la realización del viaje. Si el embarazo es múltiple, ese plazo debería ser de menos semanas aún.

Los riesgos más importantes se relacionan a la trombosis y la hidratación. Volar en avión – por permanecer muchas horas sentado sin moverse – predispone a padecer trombosis venosa profunda, y las embarazadas por su condición tienen un riesgo aún mayor que cualquier otra persona. Tratar de mover las piernas con frecuencia puede ayudar a evitar ese riesgo. Utilizar medias de compresión también puede ser útil.

En cuanto a la hidratación, es importante beber un vaso de agua por cada hora que la embarazada permanece en vuelo, ya que las condiciones de la cabina hacen que se acelere la pérdida de líquidos del cuerpo. Eso ayudará a evitar la trombosis, y otros problemas derivados de la falta de hidratación adecuada.

Otro dato a considerar es la radiación a la que la persona se expone en el avión. Las aeronaves vuelan a una altura donde la atmósfera es mucho más delgada, y por ello la radiación que llega del sol es 35 veces mayor que la que se recibe a nivel del mar. No obstante, un vuelo ocasional no produce daños en nadie, es por ello que dependerá de la frecuencia con la que la embarazada viaje en avión su exposición.

Sin embargo, la tripulación de un avión se clasifica como trabajadores expuestos a radiación, y sus niveles de exposición son constantemente monitoreados. Pero es importante señalar que no existen evidencias científicas que esta radiación haya dañado a nadie, ni siquiera a fetos en gestación.