El síntoma en primer lugar es de una simple deformación del pie apenas visible; luego, de dolor en la planta del pie, en especial en su parte delantera. El dolor se produce por la mala armonía muscular de la planta del pie que provoca una exageración de la curvatura del arco plantar.
La contractura muscular ocasiona a la larga la deformación de la parte delantera del pie, con dedos en forma de martillo, que se rozan con el calzado. Tardíamente se presentan dolores del tarso provocados por una artrosis que surge a causa de la sobrecarga mecánica de esta región.
Tratamiento
Consultar con el médico para detectar a tiempo las deformaciones del pie. No es normal en absoluto sentir dolor en los pies, inclusive después de un día pesado.
Ortopedia
Rehabilitación de la musculatura del pie y uso de plantillas ortopédicas (hechas a medida por un técnico en calzado ortopédico).
Cirugía y kinesioterapia
Pocas veces considerada, la intervención quirúrgica correctiva debe ser realizada exclusivamente por un traumatólogo cirujano especialista en pies. Seguirá después una rehabilitación prolongada para hacer desaparecer los dolores postoperatorios, que duran varios meses.
Cómo se previene
La forma de prevención es utilizando plantillas ortopédicas en todos los zapatos. Puede parecer limitante, pero es fundamental. El uso de las plantillas no es doloroso, pero puede obligar a aumentar la talla de los zapatos. Cambiar las plantillas regularmente, ya que éstas se desgastan en meses o en un año.
Características del pie plano
Corresponde a la caída o vencimiento de la curva del arco plantar, con desviación de la parte delantera del pie hacia el exterior. Este vencimiento es frecuente en el niño, en el cual se corrige espontáneamente. Puede existir en el adolescente, al que le provoca dolores en el tarso y a veces persiste en el adulto, pero no suele ser doloroso. En caso de dolor, se prescribe reposo, rehabilitación y plantillas ortopédicas.
