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21 enero, 2013

Niños: ¿Hay que alarmarse si le sangra la nariz?

Un sangrado por la nariz puede asustar mucho a niños y padres, pero por muy aparatoso que parezca, la mayoría de las veces no reviste importancia y se resuelve en casa. Hay que tranquilizar al pequeño, limpiarle la cara ensangrentada, sentarle en una silla con el cuerpo erguido y la cabeza ligerísimamente flexionada hacia delante (nunca hacia atrás para que no se trague la sangre) y aplicar hielo envuelto en un paño en lo laterales de la nariz, para evitar que se inflame en exceso.

Si sangra por la dos fosas nasales, con los dedos índice y pulgar se presionan las dos ventana (tenemos que pedirle que respire por la boca) y, si sangra por una sola fosa nasal, con el dedo pulgar se presiona esa ventana sobre el tabique de la nariz. Pasados de siete a diez minutos se formará un coágulo que detendrá el sangrado. En caso de que la hemorragia no ceda o sea muy abundante, el niño esté pálido, se queje de dolor de cabeza o la nariz esté deformada, es preciso consultar con el pediatra o llevarle a un centro de urgencias.