Es particularmente común que los bebés acumulen suciedad en los pliegues del cuello, y no es nada agradable encontrar en el cuello de tu impecable bebé una marcada línea de suciedad, así que procura limpiar la zona en el momento del baño. Incluso, si toma biberón puede derramarse siempre un poquito de leche, que irá a parar justo allí.
Es por ello que deberás tratar de tirar su cabecita hacia atrás mientras lo bañas, especialmente en verano cuando la transpiración hace que se acumule todavía más cantidad de suciedad en el cuello del bebé. Enjabona suavemente, y será suficiente.
Si tu hijo no quiere tirar la cabeza hacia atrás, procura colocar detrás de él o ella algunos juguetes, por ejemplo en la pared, de los que vienen con ventosas, así te dará un momento para que lo limpies justo allí.
Higieniza también los pliegues de las piernas e ingles, pero se trata de una zona de mucho más fácil acceso, así que no será tan difícil.
Cuando salgan del baño, procura secar correctamente a tu bebé también en los mismos pliegues, ya que no quieres que la humedad le produzca una dermatitis.
