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10 enero, 2013

Consejos para que el niño no se enganche al biberón

Para muchos niños, el biberón no solo supone una fuente de alimentación, también les da seguridad, satisface su necesidad de succión y los adormece. Retirarlo por completo puede ser muy costoso. Estas pautas ayudarán a tu hijo a no quedarse "enganchado".

Cuando el bebé cumple un año es conveniente retirarle el biberón para evitar problemas dentales y malos hábitos de alimentación. Hay niños que lo abandonan con facilidad, pero para otros es un problema, especialmente con el biberón de la noche, el que se toman en brazos de mamá o papá antes de dormir.

Para que esto no ocurra, sigue estos consejos:

Ofrécele líquidos desde los siete u ocho meses en una taza. Al principio solo jugueteará, después beberá pequeños tragos y a partir del año, beberá bastante cantidad en una taza.

No uses el biberón como chupete. Los niños no solo usan el biberón para alimentarse, también lo hacen para satisfacer su instinto de succión. “Todos los primates antropomorfos tienen la necesidad de succionar más o menos hasta los tres años durante una hora y media al día”, explica el odontólogo y doctorado en Antropología Isaías Martínez. Es una necesidad cuya satisfacción influye, entre otras cosas, en la configuración del cráneo. La forma natural de satisfacerla, especifica este odontólogo, es la lactancia materna prolongada. Pero si tu hijo no sigue mamando, tendrá igualmente la necesidad de succionar. Así que si quieres que deje el biberón no intentes además que reduzca el uso del chupete, especialmente de noche.
   
El último biberón del día es el más difícil de abandonar: es una gran fuente de placer (y sopor) para los niños y se acostumbran con facilidad a dormirse con él. Podemos hacer algunas cosas, por ejemplo, cogerle en brazos para darle la leche al final del día en la taza, arrullándolo, despacito, cantando alguna canción. Si no hay manera, podemos evitar la leche de esa hora (sustituirla por lácteos en la cena) y hacer alguna actividad relajante a última hora: unas nanas, un precioso cuento con mamá…

¿Y si en mitad de la noche tiene sed y solo acepta el biberón? ¿Y si, cuando pide agua, se la damos en vaso en vez de en el bibe y eso le hace despertarse? A esta edad el niño es muy vulnerable, su vida está llena de emociones. Quizá despierto afronte estoicamente todo lo que ocurre, pero durante la noche necesite algo más: calmarse, relajarse, ponerse en contacto con la seguridad de su biberón. Si darle el agua en taza en vez de en biberón hace que se desvele, no pasa nada por ser flexibles y seguir usando el biberón.