Intentar acostumbrar a un bebé a los biberones antes de ir a trabajar es inútil. El primer día que le den al niño el biberón pueden pasar dos cosas: que se lo tome tranquilamente o que no se lo quiera tomar. Si se lo toma, ¿para qué empezar dos meses antes? Y si lo rechaza, ¿cuál es la solución? Si tratas de obligarlo, solo consigues hacerle sufrir, y encima antes de tiempo.
Lo mismo puede decirse de la taza: no hay que intentar dársela antes. Cuando te reincorporas al trabajo, ya es un poco mayor y acepta mejor la taza o el biberón de otra persona cuando la madre no está.
¿Es mejor la taza o el biberón?
El bebé no sabe beber en ningún recipiente mientras está tomando el pecho; puestos a aprender, al menos que sea algo útil, porque el vaso o la taza tendrá que usarlo toda la vida. Pero, siempre hay que elegir el utensilio que mejor le venga a la persona que le va a dar la leche.
La taza es mejor que se pequeña y de plástico, por si se cae. Hacia los seis meses, muchos niños ya pueden beber en este recipiente e incluso agarrarlo ellos mismos, si tiene una o dos asas.
Muchos niños de esa edad prefieren no comer nada mientras su madre está ausente. Esperan a que vuelva y compensarlo mamando por la tarde y por la noche.
