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17 diciembre, 2012

Lácteos después del parto para fortalecer los huesos maternos

El embarazo y el parto significan a la mujer un importante desgaste físico, en el cual muchas vitaminas y minerales son consumidos por el feto en pleno desarrollo. De allí la importancia de cuidar la nutrición antes, durante y también después del parto para garantizar la óptima salud del bebé, pero también de su mamá.

Particularmente, el calcio es un nutriente que el feto requiere en importantes cantidades durante la gestación. El organismo de la madre tiene sus mecanismos para garantizar esa demanda. Pero tras el nacimiento, es importante que la mujer se suplemente, para no tener problemas a largo plazo como la osteoporosis.

Es por ello que se recomienda consumir lácteos a diario tras el parto. Es importante que la mujer consuma lácteos durante el posparto porque al amamantar a su hijo se descalcifica y si no recupera sus reservas, podría a largo plazo desarrollar osteoporosis. La idea no es consumirlo en suplementos sino sostener una dieta rica en calcio.

Estas cantidades mínimas son de 1,5 gramos de calcio al día, alrededor de cuatro porciones diarias en la dieta, de leche fluida o derivados como quesos o yogur. Se deberían mantener al menos por los primeros seis meses de vida del bebé.

Cabe señalar que la mujer que no consuma lácteos no estará afectando a su bebé, pues la composición de la leche materna no varía, pero sí se perjudica a sí misma, al no reabastecer sus propias reservas minerales para el futuro.

Si por gusto o por vegetarianismo no se consumen lácteos, se puede recibir calcio de verduras de hojas verdes como espinaca, brócoli o acelga, también derivados de la soja. Claro que es importante ingerir cantidades considerables, pues los niveles de calcio son más bajos.