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01 noviembre, 2012

Prevenir y evitar catarros en el embarazo

Durante el invierno, las molestias típicas del embarazo se sobrellevan mejor porque no hace calor, pero hay más riesgo de catarros y gripes. Apunta estos consejos para evitar riesgos.

La mayoría de las mujeres temen al verano y prefieren estar embarazadas en otoño-invierno, aunque en estas estaciones haya también algunos inconvenientes: hay que cuidarse para no acatarrarse.

Cómo evitar el contagio en el embarazo

Las embarazadas forman parte de los grupos de riesgo que deberían vacunarse contra la gripe, establecidos por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y de Microbiología Clínica (SEIMC).

La vacuna de la gripe no evita el contagio, pero sí disminuye las consecuencias más graves de la infección. Y, además, protege al bebé durante los primeros meses de vida. Recomendaciones:

Se aconseja vacunarse en el segundo trimestre de embarazo, aunque no existe ninguna contraindicación en hacerlo en cualquier momento de la gestación.

Conviene permanecer lejos de quien padezca catarro o gripe.

Hay que lavarse las manos a menudo para evitar contagios, sobre todo cuando se utiliza el transporte público.

En los baños públicos se aconseja usar una toalla de un solo uso para secarse las manos después de lavárselas y utilizar esta misma toalla para cerrar el grifo y abrir la puerta al salir.

Cómo aliviar los catarros durante el embarazo

Para la tos, la congestión nasal o el dolor de garaganta suelen funcionar bien algunos remedios caseros como las gárgars con bicarbonato, el preparado de miel con agua y limón y las infusiones de tomillo y saúco. En el botiquín de casa no puede faltar suero fisiológico o un spray de agua marina para una buena higiene nasal.

El resfriado común debe entenderse como algo normal, un proceso molesto, pero en absoluto dañino para el desarrollo del embarazo. Tomar paracetamol (con moderación), hidratarse bien y descansar (si es necesario guardar unos días de cama) acaban casi siempre con este malestar.

Si los síntomas persisten o empeoran (aparece, por ejemplo, fiebre), conviene acudir al médico, quien podrá recetar algo para aliviarlos y mejorarlos. Nunca hay que automedicarse.

El tratamiento con antivirales (los medicamentos que se utilizan para combatir los virus) se ha mostrado beneficioso para la embarazada. También hay antibióticos que pueden tomarse durante el embarazo.