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13 noviembre, 2012

Niños: Diabetes, ¿cómo prevenirla?

La diabetes es una enfermedad crónica e incurable de la que hay dos tipos, la I (diabetes mellitus) y la II, que hasta hace unos años era una enfermedad de adultos.

Ahora, debido a que muchos niños tienen sobrepeso, hay también jóvenes y adolescentes afectados. Respecto a la diabetes surgen algunas preguntas: ¿Quiénes la padecen? ¿Cómo podemos saber si nuestro hijo tiene riesgo de sufrirla? ¿Qué se puede hacer para evitarla? La respuesta a todas ellas está aquí.

¿Qué es la diabetes?

Consiste en un aumento de glucosa en la sangre. Este azúcar procede de los alimentos que ingerimos y todas las células del organismo lo necesitan para vivir. Pero para que pueda penetrar en las células es necesaria la presencia de insulina, una hormona que fabrica el páncreas. Cuando este no funciona bien y produce poca insulina o esta es ineficaz, la glucosa no puede entrar en las células y se acumula en la sangre.


¿Es una enfermedad peligrosa? 

La diabetes es una dolencia incurable que si no se controla bien, a la larga, provocará complicaciones serias como ceguera, insuficiencia renal o problemas circulatorios (cardiacos, cerebrales o motores).

Tipos
  1. La diabetes tipo I, infantil o juvenil. El páncreas fabrica poca insulina, por lo que el niño que la padece tiene que inyectarse esta hormona durante toda la vida. Los niveles de glucosa pueden aumentar o disminuir bruscamente en la sangre.
  2. La diabetes tipo II o de adulto. El páncreas fabrica una insulina poco efectiva y la glucosa no puede entrar en las células. Las personas que la padecen deben tomar medicamentos para conseguir que su insulina sea más activa. Con el paso del tiempo disminuye la actividad del páncreas y, después de varios años, el enfermo necesitará inyectarse insulina.

¿Por qué se produce la diabetes tipo II en niños?

El aumento de la diabetes tipo II en niños se debe a que muchos tienen sobrepeso. El mecanismo es el siguiente: al engordar en exceso, las grasas ingeridas se acumulan en el hígado y en los músculos y eso hace que la insulina que segrega el páncreas sea poco eficaz.


¿Cuáles son sus síntomas?

Algunos niños pueden no tener síntomas. En general, esta enfermedad produce mucho apetito, porque el organismo no puede utilizar la glucosa que procede de los alimentos; micciones frecuentes, porque el cuerpo se deshace de la glucosa acumulada a través de la orina; mucha sed y cansancio.


Factores de riesgo

Tienen más riesgo de padecer esta enfermedad los hijos de padres obesos, sean o no diabéticos, los jóvenes obesos, tengan o no antecedentes, y los jóvenes que padecen el llamado síndrome X o metabólico, es decir que tienen sobrepeso y niveles altos de azúcar, colesterol y ácido úrico.


¿Cómo sabré si mi hijo es diabético? 

Cuando el niño tiene factores de riesgo, el pediatra le envía al endocrinólogo, quien le pedirá un análisis de sangre que se denomina prueba de sobrecarga oral de glucosa. Cuando la prueba es positiva el niño tiene riesgo de ser diabético, si no se adoptan medidas urgentes.


¿Cómo controlar la glucosa?
  • Mediante una alimentación sana, pobre en calorías, grasas e hidratos de carbono y rica en frutas, verduras y proteínas vegetales. Con esta dieta el niño pierde los kilos que le sobran y aprende a llevar una alimentación sana. Esta medida es más eficaz en el control de la enfermedad que tomar medicamentos antidiabéticos. Si el niño come bien y adelgaza, sus niveles de glucosa se estabilizan poco a poco.
  • Realizar todos los controles de glucosa que nos recomiende el médico. Controlar los niveles de colesterol y ácido úrico y la tensión arterial de vez en cuando.
  • Practicar regularmente ejercicio físico mejora el estado de salud y combate la obesidad.
  • Evitar el café, el té, los refrescos estimulantes y el tabaco. No suben los niveles de glucosa pero favorecen los problemas circulatorios.