Es por ello que hay que mantenerse activas, y el invierno es ideal para ello pues la mujer no se ve afectada por el calor. El estado físico mejora notoriamente, y así el bebé también se beneficia. Sin embargo, hay que tomar algunas precauciones para evitar inconvenientes.
En invierno se pueden realizar actividades a cubierto: natación en piscina climatizada, yoga, bicicleta estática, entre otros, pero realizando previamente ejercicios de estiramiento antes de comenzar.
En ese sentido, hay que tener la precaución de evitar el enfriamiento de sudar y desabrigarse de golpe porque da calor, pues con el frío la salud se puede ver afectada. Además, es conveniente tomar muchos líquidos aunque no haga calor.
El aumento del volumen del abdomen hace que el centro de gravedad varíe, es por ello que el centro de gravedad del cuerpo se desplaza y la columna tiende a inclinarse hacia atrás, aumentando las posibilidades de caerse, algo que hay que evitar.
Evita caídas o resbalones utilizando pasamanos en escaleras, llevar zapatos con suela antideslizante, pisar con cuidado si el suelo está mojado, y evitar correr o andar con demasiada prisa.
Tratar de ir acompañadas en especial si se caminará por zonas con nieve, para que otra persona ayude a no caer o resbalar con el hielo o nieve.
