Antes de empezar a andar, los bebés y niños alrededor del año ya son unos expertos en desplazarse y subirse a cualquier sitio, pero no tienen sentido del riesgo. Si queremos evitar peligros, tendremos que adaptar la casa para que sea segura.
Seguridad en casa para pequeños trepadores
Aunque el niño aprenda a trepar y desplazarse agarándose a las cosas, no podemos prescindir de los sofás y las estanterías. Para mantener la seguridad en casa mientras nuestro hijo aprende a andar, la vigilancia de los padres tiene que ser exhaustiva, aunque nunca represiva. No pasa nada porque el niño trate de subirse al sillón, pero siempre con nosotros al lado.
- Evita tener muebles de pequeña altura cerca de armarios y estanterías.
- Aleja de la ventana la cuna, las sillas, las mesas y el cambiador.
- Baja el somier de la cuna al máximo y asegúrate de que no puede plegar la barandilla y trepar por ella con facilidad.
- Confirma que todos los muebles a los que pueda subirse el niño (el mueble de la tele, un escritorio, un sillón) no sean fáciles de tumbar o de desplazarse si se agarra o se sube a ellos.
- Sujeta a la pared los muebles o estanterías que el niño pueda trepar para evitar que se desplomen sobre él.
- Asegura bien las ventanas para que no pueda abrirlas y no le dejes nunca solo en la terraza.
- Evita colocar adornos, juguetes u objetos llamativos en las estanterías o repisas y cerca de las ventanas.
- No dejes a su alcance cubiertos, vasos, sartenes o cacerolas calientes con comida o fuegos encendidos, por si en un descuido se escapa a la cocina.
- Coloca telas protectoras en los barrotes de las barandillas y los balcones si están muy separados, para evitar que el bebé se cuele por ellos.
Por: Luz Bartivas.