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20 octubre, 2011

La presión arterial alta en el embarazo se relaciona con defectos congénitos

La hipertensión en el embarazo es una situación peligrosa, por ello es uno de los parámetros más controlados, en especial con la finalidad de detectar el inicio de una preeclampsia para actuar con celeridad.

En este sentido, un nuevo estudio profundizó sobre los efectos negativos en el desarrollo fetal de la presión arterial alta en el embarazo.

En las primeras etapas del embarazo, la hipertensión arterial aumenta el riesgo de defectos congénitos.

El estudio sugiere que es la hipertensión subyacente, más que el uso de fármacos antihipertensivos durante el embarazo temprano, la que aumenta el riesgo de defectos en el recién nacido.

Un equipo de investigadores dirigidos por el doctor De-Kun Li, del Instituto de Investigación Kaiser, en California (Estados Unidos), indagaron sobre los efectos de los fármacos antihipertensivos – concretamente la enzima conversora de angiotensina (IECA) – en el primer trimestre, porque ya se conocía su efecto dañino en el segundo y tercer trimestre.

Encontraron que las mujeres que se medican con estos fármacos durante el primer trimestre gestacional, son más propensas a tener bebés con algún tipo de defecto de nacimiento, en comparación con las mujeres que no tenían hipertensión o que no habían usado ningún tipo de medicación antihipertensiva.

No obstante, un elevado riesgo similar se encontró entre las mujeres que utilizaron otros fármacos antihipertensivos, y en las personas con hipertensión que no tomaron ningún medicamento antihipertensivo.

Por ello, se sugiere que es la hipertensión la causa que eleva el riesgo de defectos en el bebé.

En este sentido, habrá que buscar la forma entonces de comenzar el embarazo con una presión arterial más baja, reduciendo factores de riesgo: sobrepeso, tabaco, estrés, sedentarismo y otros.