No importa en que estación del año nos encontremos ni si antes de estar embarazada eras una mujer deportista o más bien pasiva.
Caminar es el ejercicio ideal para todas las mujeres, embarazadas o no, sobretodo para aquellas que por el avance del embarazado no puedan realizar determinados ejercicios.
Caminando se trabajan grandes grupos musculares, desde las piernas hasta los músculos del vientre o de la espalda. Éstos son fundamentales para poder cargar con el peso del bebé a medida que el embarazo progresa.
En otra ocasión hablamos que las embarazadas somos propensas a la retención de líquidos y a la mala circulación de la sangre, pues mediante ésta práctica conseguimos estimular la circulación y la eliminación de líquidos.
Para conseguir resultados óptimos y que no nos cueste realizarlo, lo ideal es que establezcamos una rutina y la llevemos acabo con cierta disciplina. Es necesario que andemos todos los días aproximadamente durante una hora.
El ritmo dependerá absolutamente de cómo nos encontremos y nuestra facultad física para mantenerlo, rápido o lento, lo importante es que caminemos de forma constante. La constancia y la perseverancia es fundamental sin llegar a fatigarnos, es preferible caminar a un ritmo medio lento sin agotarnos que andar poco tiempo y rápido.
En cuanto notemos fatiga, es necesario para inmediatamente a descansar y por supuesto, durante todo el ejercicio, sea caminar u otro, debemos beber muchos líquidos para mantenernos en todo momento bien hidratadas.