-

11 febrero, 2011

La introducción temprana de alimentos sólidos propiciaría la obesidad

Un estudio sobre la alimentación infantil determinó que aquellos bebés alimentados con leche de fórmula que comienzan a tomar alimentos sólidos antes de los cuatro meses de edad, son más propensos a la obesidad.

Por ello, seguir las indicaciones de la mayoría de los protocolos pediátricos que introducen este tipo de alimentos a partir de los cuatro meses, y preferentemente a los seis meses, ayudaría a que la obesidad no sea algo tan frecuente.

Para llegar a estas conclusiones, se investigó un grupo de 850 bebés durante algún tiempo. Cuando los bebés tenían 6 meses, las madres respondieron si los habían alimentado con leche materna, durante cuánto tiempo, y cuándo les habían comenzado a dar sólidos, como cereales, frutas o lácteos.

En cuanto a los niños alimentados con leche materna durante más de cuatro meses, no hubo demasiada influencia en cuanto a la edad en la que comenzaron a comer, con respecto a la obesidad, que se detectó en uno de cada 14 niños de este subgrupo.

Pero aquellos alimentados con leche de fórmula exclusivamente, o que habían dejado de ser amamantados antes de los cuatro meses, y que además se les comenzó a dar alimentos sólidos antes de esa edad, se determinó que tenían una posibilidad en cuatro de ser obesos.

Si los padres habían esperado hasta los 4 ó 5 meses, la posibilidad de que el niño fuera obeso era de una en 20. Y si se esperó hasta los seis meses, se reducía aún más la probabilidad de obesidad.

Por ello, es especialmente importante que los papás respeten la indicación del pediatra de no dar sólidos hasta los seis meses, especialmente si se alimenta al bebé con leche de fórmula, ya que así se podría estar evitando que sea obeso en edad preescolar.