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22 enero, 2011

Rinitis del embarazo

Muchas futuras madres notan que su nariz está congestionada buena parte del tiempo, y sienten además de la molestia, un poco de picazón y quizá algo de tos. Si estos síntomas se agravan con la gestación, estamos ante un caso de rinitis del embarazo.

Esto ocurre porque las fosas nasales se irritan y se inflaman en el embarazo. Generalmente aparece en el primer trimestre, y aunque sus síntomas son similares, nada tiene que ver con la rinitis alérgica. Dura un mínimo de seis semanas y afortunadamente, desaparece tras el parto.

Parece que son los estrógenos los que juegan un papel en esta condición. Al elevarse por el embarazo, se exacerba la producción de moco y se inflaman los cornetes, que son las estructuras óseas que sostienen a la mucosa nasal.

El médico puede dar algunos medicamentos que alivien la congestión nasal, pero puede que no desaparezca del todo, y más si se tiene en cuenta que en la gestación hay medicamentos que no se pueden administrar. La buena noticia es que por lo demás no afecta en nada la salud de la madre o el bebé.

Así que una buena forma de mantener a raya la rinitis del embarazo, es a través de medidas que eviten exacerbarla:

- Beba mucho líquido, especialmente agua. Evite las bebidas que contengan cafeína, ya que las mismas podrían causarle deshidratación.

- Incremente los índices de humedad en su hogar. Ésto evitará que su nariz se reseque.

- Evite exponerse a agentes irritantes medioambientales, tales como: el humo del cigarrillo.

- Duerma con su cabeza elevada, apoyada sobre una almohada.

- Ejercítese con moderación. El ejercicio moderado podría ayudarla a reducir la congestión nasal.