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07 enero, 2011

Las enfermedades de transmisión sexual pueden afectar la fertilidad

Las enfermedades de transmisión sexual sin dudas que tienen consecuencias indeseables, pero si algo puede impulsar a las personas a protegerse de ellas, es saber que alteran negativamente la fertilidad.

El VIH no es la única infección transmisible por la vía sexual, aunque quizá la más temible. Hay más de más de 25 infecciones de transmisión sexual, entre las que se encuentran la gonorrea, sífilis, herpes simple, clamidia y vaginitis, las que se propagan a través de las relaciones sexuales clásicas y orales.

Lo que es más preocupante, es que muchas veces estas enfermedades cursan de forma asintomática, con lo cual es probable que recién sean descubiertas al tratar de concebir.

Las ITS pueden causar trastornos en la fertilidad a través de diversos mecanismos. Desde hace tiempo se estudian básicamente 3 microorganismos: la Chlamydea, el Micoplasma y el Ureaplasma. Estos gérmenes pueden localizarse en el moco que produce el cuello del útero y provocar disminución en la movilidad de los espermatozoides que llegan a través de la relación sexual, o bien alterar la permeabilidad y funcionalidad de las trompas de Falopio.

En otros casos, los microorganismos pueden adherirse directamente a los espermatozoides y afectar su calidad y cantidad.

Incluso, un 25% de los casos de infertilidad se da porque estos gérmenes se alojan en las trompas de Falopio, lo que hace que pierdan permeabilidad y se dificulte concebir.

Por ello, los especialistas recomiendan el uso del condón en las relaciones sexuales, como el arma más eficiente para evitar estas infecciones.