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20 enero, 2011

En Alemania no recomiendan las piscinas a bebés con riesgo de asma

La matronatación, tal como se llama a la natación para bebés, es sumamente beneficiosa para los pequeños, puesto que favorece en mucho a su desarrollo en diferentes aspectos.

Pero a pesar de ello, la Oficina Federal de Medio Ambiente alemana advirtió recientemente a los padres que no lleven a sus hijos a nadar si sufren de alergias, o hay antecedentes familiares de asma o alergia.

Es que los compuestos del cloro que se utiliza para mantener el agua de las piscinas en buenas condiciones higiénicas pueden desencadenar un ataque.

Esta recomendación estaría sustentada en estudios previos que indican relación entre la exposición al cloro y la aparición o frecuencia de los ataques asmáticos.

Los compuestos de los conservantes del agua de las piscinas son diseñados con el objetivo de que ataquen los gérmenes de la orina, las tricloranimas del sudor, los cosméticos, pero el riesgo de padecer asma se multiplica por 60 por cada 100 horas de contacto con la piel del bebé.

Además, el riesgo de sufrir bronquitis, eccemas y problemas respiratorios sería mucho más elevado entre los bebés de dos años que acuden con regularidad a la piscina clorada, que en aquellos que no lo hacen.

El villano de la película es el tricloramina o tricloruro de nitrógeno (NCl3) es un gas muy volátil y fácilmente inhalable, que se forma al contactar la suciedad orgánica el cloro, y que además de irritar ojos y vías aéreas superiores, puede hacerlo con los pulmones.

Por ello, la recomendación final va dirigida a los grupos de riesgo, menores de dos años y niños con predisposición a sufrir alergias, que eviten las piscinas con altas concentraciones de cloro, y a los usuarios en general que opten por piscinas con sistemas de ventilación y eliminación de estas sustancias.

Los niños mayores y adultos, de todas formas, deben darse una buena ducha de agua fresca antes y después de ingresar a estas piscinas.