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11 noviembre, 2010

Una mala nutrición o estrés en el embarazo predisponen a que el bebé sea obeso cuando adulto

La comunidad científica ha consensuado en los últimos tiempos que la obesidad, una pandemia preocupante, debe comenzar a evitarse desde el vientre materno.

Esto se desprende de estudios que indican que si la madre tiene una alimentación deficiente o sufre mucho estrés en el embarazo, las células del feto en gestación se predisponen para la escasez, y ello hará que cuando nazca y crezca tenga mayor tendencia a la obesidad.

Por ello se comenzará a hacer hincapié en la alimentación de la embarazada. Siguiendo pautas nutricionales saludables, las embarazadas podrían hasta un 50% de las enfermedades crónico-degenerativas que puedan afectar posteriormente al bebé.

Otras pautas, además de la variedad y adecuada cantidad de los alimentos, tiene que ver con volver a la comida casera y con la educación alimentaria, es decir, con que las futuras madres sepan alimentarse a sí mismas y a sus hijos.