Tanto dormir poco como demasiado puede aumentar el riesgo de sufrir hipertensión en las mujeres embarazadas.
En efecto, dormir cinco horas o menos, o más de diez, se ha comprobado que aumenta las posibilidades de que una embarazada sufra hipertensión arterial, una patología que se asocia con preeclampsia, una condición que puede ser grave.
Esta investigación se realizó por encargo del Centro Eunice Kennedy Shriver, de los Estados Unidos, y sondeó a 1.200 futuras madres. Es el primero en su tipo que examina la falta o exceso de sueño en el embarazo y problemas de salud.
En particular, dormir poco aumenta las chances de preeclampsia en el tercer trimestre de embarazo.
La preeclampsia puede provocar síntomas como hinchazón de cara y manos, dolores de cabeza o abdomen, náuseas y vómitos. Se da en un porcentaje bajo de embarazos y, muy raramente, puede llegar a causar la muerte.
El riesgo de preeclampsia se multiplica por diez en mujeres que no duermen lo suficiente.
Por ello, los expertos recalcan la importancia de dormir bien en el embarazo: establecer un horario, seguir una rutina de relajación a la hora de irse a la cama, crear un entorno confortable, evitar distracciones como la televisión o el ordenador, cenar al menos dos o tres horas antes de acostarse, hacer ejercicio durante el día y mantener a raya la cafeína, el alcohol y el tabaco ayudan a lograrlo.