La lactancia no debe interrumpirse por gripe en ningún momento, porque provee al bebé de defensas que lo ayudan a combatir enfermedades, justamente. Es decir que si se contagia cursará la infección en forma leve, o no la cursará.
Además, dado que el contagio se produce antes de que la mamá presente síntomas, el bebé ya está contagiado para entonces, y si se interrumpe abruptamente la lactancia lo único que se logrará es privarlo de las defensas que lo protegerán del virus.
Hay que recordar que la leche de fórmula carece precisamente de esas defensas, por ello no dejes de amamantar por ningún motivo, a menos que el médico expresamente te lo indique por alguna prescripción. En ese sentido, siempre indícale a un médico que estás amamantando antes de que te prescriba algún medicamento.