Un estudio realizado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale logró determinar que los cambios hormonales del embarazo pueden funcionar como gatillo del Trastorno Obsesivo Compulsivo, o bien agravar síntomas preexistentes.
Este Trastorno se caracteriza porque el sujeto padece pensamientos invasivos, continuos, que llevan a repetir determinadas tareas en forma constante. Por ejemplo, suele relacionarse el TOC con la limpieza o el orden, por ello algunas personas se lavan las manos reiteradas veces al día, de forma exagerada o bien pasan horas ordenándolo todo al máximo en sus hogares. La situación se considera patológica cuando altera el normal funcionamiento de la vida de la persona y quienes la rodean.
Los cambios hormonales pueden despertar el trastorno en algunas mujeres, o bien hacerlas pasar de una condición leve a una más agravada. Esto es un novedoso descubrimiento, puesto que la mayoría de los pacientes con TOC lo desarrollan en la niñez o adolescencia.
El estudio recurrió a pacientes en tratamiento por TOC, determinando que el 32% de las mujeres que eran madres tuvieron sus primeros síntomas en el embarazo o inmediatamente después del nacimiento. Al mismo tiempo, la tercera parte de ellas manifestó un agravamiento de la sintomatología luego de la gestación. Generalmente, sufrían una exacerbación de los síntomas en los días previos a la menstruación, con lo cual se hizo clara la influencia hormonal como gatillo.
Por ello, las mujeres diagnosticadas con TOC deberían conversar con sus médicos si tienen pensado quedarse embarazadas, y saber que esto es algo que puede ocurrir. Mejor, que estén preparadas para atravesar este tipo de complicaciones.
Si en cambio notas síntomas de TOC en el embarazo o inmediatamente después, sería bueno que consultes con un especialista.