-

19 junio, 2010

Cómo ayudar al bebé a superar la angustia de separación

Aunque en ocasiones la madre puede sentirse agobiada por la constante dependencia del bebé, es un período en el que la comprensión y la paciencia son clave. Hay que ponerse en la piel del bebé para saber cómo podemos ayudar a nuestros bebés a superar la angustia de separación.

A los adultos puede parecernos un temor sobredimensionado, pero la angustia de separación es uno de los miedos más significativos que siente el bebé a lo largo de su crecimiento emocional. Como padres no debemos subestimar sus temores, sino convertirnos en sus protectores para que puedan superarlos lo mejor posible.

La angustia de separación se manifiesta en reacciones exageradas, generalmente un llanto desconsolado, cuando pierde de vista a su madre (o padre, o figura de apego más cercana).

No es capaz de entender que su madre estará de vuelta en un momento. Él sólo comprende que ella, de quien depende su supervivencia y seguridad, ha desaparecido. No sabe si volverá ni cuando, cree que puede perderla. Su mente empieza a distinguir la protección de la inseguridad.

Es una etapa contradictoria, pues por un lado el niño comienza a gozar de una incipiente autonomía, empieza a gatear para explorar el entorno que le rodea, pero por otro lado aún es completamente dependiente desde el punto de vista emocional.

Naturalmente, no todos lo niños tienen las mismas reacciones. Mucho depende el desarrollo de cada niño y las circunstancias familiares en cada caso.

Algunos consejos para ayudarle a superar la angustia de separación

1) Llévalo contigo a todas partes:

Algunos bebés ya gatean y son capaces de ir detrás de su madre gateando por toda la casa. Si no es así, y todavía no tiene la movilidad propia como para seguirte a todas partes, organízate para llevar al bebé contigo adonde vayas, ya sea dentro de la casa como fuera.

2) Dejarlo en compañía de alguien a quien se sienta vinculado:

Muchas madres trabajan fuera de casa y es imposible llevarse el bebé con ellas. Siempre que sea posible, aunque el bebé preferirá quedarse contigo, lo ideal es que quede a cargo de una persona especial para él, con la que se sienta vinculado emocionalmente. Pueden ser los abuelos, los tíos, la cuidadora o su profesora. Una persona que “sustituya” a la madre durante las horas en las que no pueden estar juntos.

3) Despedirse del bebé al marcharse y saludarlo al volver:

Lo más probable es que el bebé llore cuando mamá se va y vuelva a llorar de angustia contenida al volver a verla. Esto suele suceder mucho cuando dejamos al bebé en la guardería. Llora cuando lo dejamos y llora cuando lo recogemos, pero su profesora nos dice que ha estado muy bien durante el resto del día.

Algo importante para que el bebé no se sienta “traicionado” es despedirnos de él cuando nos marchamos. Si desaparecemos como por arte de magia, aunque en teoría lo hacemos para que no sufra, este comportamiento aumenta su desconfianza y el niño se sentirá engañado. Aunque todavía no pueda comprender nuestras palabras, despedirlo con un “Adiós cariño, mamá volverá más tarde”.

Asimismo, al saludarlo cuando regresamos estamos marcando el final de la separación entre ambos. Una frase como “Hola cariño, mamá ya ha vuelto” son palabras que él acabará poco a poco comprendiendo y es lo que esperará cada vez que os separéis. La despedida será anunciada y el regreso esperado. Y eso alimentará su confianza en ti.

4) Los juegos del escondite:

Hay juegos que ayudan al bebé a comprender mejor la constancia del objeto, es decir, que aunque no siempre pueda verla, mamá siempre está allí.

El juego es muy simple, el famoso cu-cu-tras o juego del escondite en el que se cubre la cabeza del bebé con un pañuelo (si es traslúcido mejor) y le decimos algo así como: “¿Dónde está el bebé?, ¡Aquí está!” cubriéndole y descubriéndole con el pañuelo.

Lo mismo puede hacerlo la madre escondiéndose, ya sea con un pañuelo o por ejemplo apareciendo y desapareciendo detrás de una puerta.

5) Hablarle aunque no te pueda ver:

El bebé se siente tremendamente angustiado cuando nos pierde de vista, incluso aunque nos levantemos un minuto para ir al lavabo. No comprende de tiempos ni distancias. Pero se sentirá reconfortado si al menos oye tu voz a la distancia.

El consejo de despedirte cuando te marchas y saludarlo cuando regresas también es válido para estos casos, aunque sólo vayas al lavabo o a la cocina a dejar una cosa.

Un “tranquilo, bebé, ya estoy contigo”, cantarle una canción o unas palabras que le consuelen le harán sentirse mejor y comprender que aunque no pueda verla mamá está allí.

Espero que os sirvan a los padres estos consejos sobre cómo ayudar al bebé a superar la angustia de separación, recomendaciones que yo también aplico a diario con mi bebé. Y por supuesto, esperamos vuestras sugerencias, consultas y comentarios si vuestros bebés están atravesando esta particular etapa.