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16 febrero, 2010

Niños: ¿Qué hacer si le sangra la nariz?

Las hemorragias nasales son muy frecuentes en la infancia y sucede cuando se rompe un pequeño vaso sanguíneo dentro de la nariz. Es muy probable que a nuestro hijo le suceda alguna vez, por eso es importante saber qué hacer si le sangra la nariz.

Puede ocurrir por un golpe, una caída, por meterse el dedo en la nariz, o bien por la congestión nasal en un cuadro catarral o por la sequedad ambiente. En muchas ocasiones, sin embargo, la hemorragia nasal se da sin motivo aparente.

En un primer momento puede asustarnos pues en ocasiones el sangrado es abundante. Lo que tenemos que hacer es intentar cortar la hemorragia de inmediato.

Al contrario de lo que se suele hacer en estos casos no hay que echar la cabeza del niño hacia atrás. De esta forma sólo conseguiremos que se trague la sangre lo cual podría provocar encima que el niño vomitara.

Hay que mantener la cabeza del niño ligeramente inclinada hacia delante presionando con el dedo la parte superior del orificio donde se produce la hemorragia durante cinco minutos (por reloj).

Si tras cinco minutos de compresión el sangrado no para, colocamos dentro del orificio un trozo de algodón seco o empapado con agua oxigenada. El tapón de algodón no debe ser demasiado grande ni demasiado largo para no dañar la nariz del niño y causar males mayores.

La aplicación de frío también puede ayudar a contraer el vaso y así detener la hemorragia. Se puede aplicar hielo (no directamente) en el dorso de la nariz.

Si tras diez o quince minutos la hemorragia no ha cesado podemos repetir el taponamiento si vemos que se ha detenido un poco, o si por el contrario vemos que la hemorragia va a más, hay que recurrir a un centro hospitalario.

También debemos acudir a un médico si el niño está muy pálido, débil o mareado.

La mayoría de las hemorragias nasales son leves y se solucionan con estas sencillas medidas. Lo fundamental es mantener la calma y sobre todo, tranquilizar al niño para que podamos curarle.