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10 octubre, 2009

Yoga en el embarazo

El yoga puede ser una gran ayuda a la hora de sobrellevar los cambios y aliviar las molestias típicas durante el embarazo. Es una disciplina de origen indio que trabaja cuerpo, mente y espíritu muy recomendable a partir del tercer mes de embarazo.

El yoga combina la realización de posturas o asanas con técnicas de respiración, relajación y ejercicios de meditación. En el embarazo puede realizarse a partir del primer trimestre, es decir, hay que esperar hasta el tercer mes para empezar.

Recuerda que aunque el yoga no tiene por qué provocar efectos secundarios si se realiza con un monitor especializado, antes de empezar a practivarlo, como cuando se inicia cualquier terapia alternativa durante el embarazo, conviene consultar con el ginecólogo.
En qué consisten las clases de preparación al parto de yoga

- Fundamentalmente se realizan asanas (posturas propias del yoga), especialmente adaptadas al embarazo y en las que se trabajan las zonas que van a estar más implicadas en el parto (pelvis, vejiga y parte baja de la espalda).

- También se hacen ejercicios de relajación y control de la respiración.

- La duración de las clases y su periodicidad varía dependiendo del centro. Las sesiones son fundamentalmente prácticas.


Beneficios del yoga en el embarazo

* Además de resultar muy relajante, el yoga prepara el cuerpo y la mente de la futura madre para el nacimiento del bebé y favorece el contacto entre ambos.
* Mejora la flexibilidad y la forma física general, fortalece el suelo pélvico, ayuda a prevenir los dolores de espalda y reduce el cansancio.
* Mejora la circulación la circulación sanguínea de la embarazada (con lo que se asegura una mayor oxigenación al feto) y combate la hinchazón de piernas y pies.
* Con la práctica de yoga se consigue un estupendo control de la respiración que resulta muy útil para empujar adecuadamente en el parto, en el momento de la expulsión.

Contraindicaciones del yoga para embarazadas

Algunas posturas de yoga pueden resultar peligrosas tanto para la madre como para el feto y están contraindicadas en el embarazo. Por eso, siempre debe hacerse bajo la supervisión de un instructor profesional, nunca por cuenta propia.

Por: Carla Nieto
Asesores: Sr. Jaloul Talal, ginecólogo y obstetra de USP San José y Rafael Torres, vicepresidente de la Asociación Española de Médicos Naturistas (AEMN).