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25 octubre, 2009

Ser madre el dilema

La mayoría de las mujeres modernas deben enfrentarse a la duplicidad de roles: ser madres y profesionales.

Es sabido que ambas tareas no son fáciles de complementar. Por lo general, trabajar fuera de casa cumpliendo un horario laboral extenso requiere de grandes esfuerzos.

Compatibilizar la profesión y la maternidad requiere de un perídodo de adaptación importante tanto para la madre como para el niño. Una madre tiene que dividir el día y estipular cierta cantidad de tiempo para cada tarea; ya sea para ocupaciones domésticas, para el trabajo y, principalmente, espacio de recreación y dedicación para un hijo.

De todas maneras, dependerá de la jornada laboral de la mujer y el tipo de empresa en la que desarrolle sus actividades. Las hay más contemplativas o por el contrario, ciertas compañías sólo admiten mujeres solteras y sin hijos.

Pero no sólo dependerá de la empresa que la mujer pueda organizar su tarea de madre y trabajadora, también dependerá del hombre y su participación en la crianza del niño y de las redes sociales que construya la mujer, que, seguramente, la ayudarán en la cotidianidad sus hijos. Lo importante es formar un buen equipo.

Por último, no hay un prototipo ideal de madre trabajadora. Lo esencial es que sea un deseo o elección de la mujer, porque sin duda lo más importante es que, pese a que pase pocas horas en su casa, al llegar esté feliz y les brinde a sus hijos todo el cariño y dedicación que merecen.