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01 septiembre, 2009

Hinchazón de las glándulas mamarias en el recién nacido

Algunos bebés recién nacidos presentan a partir del segundo o tercer día de vida un abultamiento de las glándulas mamarias, especialmente si se han retrasado y han nacido después de la fecha prevista del parto. Es un fenómeno que puede darse tanto en niños como en niñas, y que también se conoce como ingurgitación mamaria.

En ciertos casos, poco frecuentes, las glándulas mamarias pueden segregar incluso unas pocas gotitas de leche, llamada “leche de bruja”. Esta secreción puede durar hasta dos semanas, incluso cuando la hinchazón ya ha desaparecido.

Es un hecho poco frecuente pero normal, que responde a que las hormonas maternas no ya llegan al bebé a través de la placenta (como en el embarazo) y al no estar expuestos a esas hormonas al nacer sufren determinadas afecciones temporales. El feto ha absorbido de la madre estrógenos, que estimulan las glándulas mamarias del recién nacido. Es la misma causa que puede llevar al leve sangrado vaginal de las recién nacidas.

Ante una hinzhazón de las glándulas mamarias, hemos de dejar que pase el tiempo hasta que las hormonas del bebé recuperen los niveles normales. Se trata de un fenómeno transitorio y normal, no perjudicial, y lo que podemos hacer es preservarlas del roce con un poco de algodón. No es una hinchazón dolorosa para el bebé.

No se debe presionar las mamas para sacar la leche, ni hacer masajes. La presión podría inocular bacterias que darían lugar a inflamaciones. Si bien no hemos de preocuparnos ni se necesita tratamiento ante una ingurgitación mamaria, no ocurre lo mismo cuando se produce una infección.

Podemos pensar que hay inflamación cuando las glándulas mamarias están enrojecidas y duelen al tacto. En estos casos sí es necesario visitar al pediatra para que intervenga, ya que en determinadas circunstancias se ha de administrar antibióticos para impedir la formación de un abceso o mastitis y evitar la subsiguiente intervención quirúrgica.

Pero si la hinchazón de glándulas mamarias en el recién nacido no va acompañado de ningún otro síntoma, no hemos de preocuparnos porque se trata de un fenómeno normal y transitorio.