Aprovecho a que Eliana introdujo el tema de la buena alimentación como uno de los puntos más importantes para asegurarse el mejor desarrollo de nuestro niño, para hacer referencia a un estudio realizado en la Universidad de Southampton, Reino Unido, que revela qué alimentos ingeridos de pequeños pueden ayudar a alcanzar un mejor desarrollo intelectual de grandes.
Sí es cierto que la leche materna durante los primeros dos años de vida es el alimento primordial del niño y es el mejor alimento que pueda recibir, pero ello no quiere decir que deba ser el único. Fue por ello que este estudio que prueba los efectos que tienen en el desarrollo cerebral del niño el consumo de determinados alimentos sólidos desde bebé.
La investigación comenzó en 1998 con mujeres de entre 20 y 34 años aún no embarazadas, a las que se las siguió estudiando hasta que sus bebés cumplieron los 4 años. En total se contó con 241 criaturas junto a sus madres. De esta manera se fue conociendo los alimentos que consumían y los resultados en las tests de inteligencia; relacionándolos fue que se llegó a la conclusión final: aquellos que cuando eran bebés siguieron una dieta rica en frutas, verduras y comidas caseras puntuaron más alto en las pruebas de inteligencia y memoria que los alimentados con otros tipos de dietas.
Se debe destacar que este resultado es independiente de la inteligencia, educación o clase social materna, así como tampoco depende del peso o edad gestacional del bebé al nacer, con lo cual se vincula directamente la alimentación al desarrollo intelectual.
Este estudio también reveló que aquellos bebés que consumían frecuentemente snacks, papas fritas, o golosinas demostraron tener un peor desarrollo cognitivo y neurofisiológico. Por lo tanto queda casi completamente demostrado que incluir frutas, verduras y alimentos sólidos caseros y sanos en la alimentación del bebé menor de 4 años, ayudará a que éste tenga un correcto desarrollo intelectual.
¡Habrá que ponerse a cocinar y seguir los consejos de Eliana!
Via: zonabebes
