Comer en un restaurante con niños pequeños puede ser una experiencia divertida y enriquecedora. Aunque en ocasiones sucede justo lo contrario: se portan mal, se levantan constantemente de la mesa, molestan a otros comensales, gritan y se pelean con los hermanos...
¿Cómo conseguir que se porten bien cuando comemos fuera?
Las siguientes recomendaciones pueden ayudar a que la salida con niños sea un éxito:
- Aunque sean pequeños, conviene prepararles, contándoles adónde van a ir y lo que se espera de ellos.
- El local es importante: no hace falta ir a una hamburguesería con piscina de bolas, pero sí conviene que sea un restaurante familiar, de comida casera, donde los niños sean bienvenidos.
- Si es posible, hay que reservar mesa con antelación para evitar esperas.
- No olvidemos llevar algún entretenimiento (mejor un juguete pequeño y no ruidoso).
y se cansarán antes.
- Es importante comer a la hora de siempre y respetar su siesta.