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19 febrero, 2009

Una merienda para cada niño

La comida de media tarde les da energía para jugar y hacer los deberes. Puede ser tan variada como se nos ocurra, pero, a la hora de elegirla, debemos tener en cuenta que cada niño es distinto y adaptarla a sus necesidades.

La merienda debe ser algo más ligera que el desayuno para que les ayude a reponer fuerzas sin quitarles el apetito para la cena. En general, se recomienda que incluya:

* Un lácteo (vaso de leche con o sin cacao, queso, yogur), que les proporciona proteínas y calcio.
* Cereales (bocadillo, galletas, tostada...), por su aporte de hidratos de carbono
* Una ración de fruta, que es una excelente fuente de vitaminas, minerales y fibra.

¿Y por qué no un bollo y zumo envasado?

- Esta es la opción más cómoda -y a ellos les encanta-, pero la menos recomendable, porque contiene demasiadas grasas y azúcares.
- Pueden tomar estos productos de vez en cuando, pero a diario es más saludable comer otros alimentos de mejor calidad.