-

22 agosto, 2008

¿Cómo debo alimentarme?

Por: María Gabriela Asenzo
Licenciada en Nutrición

Toda mamá o futura mamá debe saber que un adecuado estado de nutrición tiene consecuencias sobre ella y sobre su bebé, que a corto plazo será un niño y que definitivamente no es más que la propagación de nuestra especie.

Por ello es que este período es tan importante y como educadores en salud le debemos dar el mayor interés posible en todo lo que significa este momento.

A continuación enumeramos aquellas cosas que no podemos dejar de saber para lograr el óptimo estado nutricional, tanto en el embarazo como en la lactancia.

El metabolismo energético está aumentado, con lo cual se deben aumentar las calorías diarias, pero éstas deben ser calorías "nutritivas" y no calorías "vacías". Las calorías nutritivas se logran simplemente realizando una alimentación variada y equilibrada prolongada en el tiempo, eligiendo de este modo:

  • Cereales y Legumbres: trigo, avena, cebada, maíz y todos sus derivados, como así también la soja, lentejas, porotos, garbanzos, habas. Ellos nos van a dar la energía duradera para poder realizar las actividades durante todo el día. Y son aún más nutritivos los cereales integrales (pan, galletitas, barritas de cereal).
  • Frutas y Verduras: hay gran cantidad en el mercado, debemos variar los colores, combinar verduras verdes, amarillas, rojas, de tallos, de hoja, etc. De la misma forma con las frutas; variar entre frutas cítricas, rojas, blancas. Este grupo es fundamental, ya que nos aportan vitaminas, minerales, fibra y agua.
  • Lácteos: todos conocemos la gran importancia del calcio durante toda la vida, pero en este período debemos lograr la osificación del bebé, aportándole a través de la leche, yogurt, quesos, ricota. Lo que es importante destacar, es que durante la lactancia la transferencia de calcio de la mamá a la leche, es relativamente independiente de la ingesta de calcio materno.
  • Carnes y Huevo: el mineral fundamental que nos aporta este grupo es el "hierro" y en este punto las estadísticas son alarmantes, ya que se estima que el 40% de las madres sufren de anemia, así como la deficiencia de hierro es la carencia nutricional más frecuente en el embarazo, se asocia con menos aumento de peso durante el mismo, pudiendo tener consecuencias indeseables en el bebé. Este grupo también nos aportará proteínas de excelente calidad.
  • Las grasas: debemos consumirlas pero haciendo selección de ellas, ya que las que son de origen vegetal (aceites, frutas secas) como así también la grasa del pescado, nos aportan ácidos grasos esenciales, que solo lo incorporamos a través de estos alimentos. Razón por la cual debemos optar por este tipo de grasa, limitando el consumo de la grasa de origen animal: manteca, crema, grasa de la carne, piel del pollo, fiambres, embutidos, etc.
  • El azúcar: debe consumirse con moderación, ya que en exceso se transforma en grasa.
    Por lo tanto, vemos que todos los alimentos se pueden consumir y a su vez es un buen momento para aprender, practicar e incorporar buenos hábitos alimentarios que durarán toda la vida y así los podremos también enseñar a nuestros hijos.