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21 junio, 2008

Trucos para que olvide el pañal

Los niños empiezan a controlar las ganas de hacer pis y caca entre el segundo y el tercer año de vida. Por eso, intentar quitar el pañal a nuestro hijo antes de los 24 meses no suele servir de nada. Él nos indicará el momento en que está preparado; es muy importante tener paciencia.


Controlar esfínterés no es algo que el niño aprenda, como leer o escribir. Es una conquista natural que se alcanza poco a poco y cuando nuestro hijo esté preparado.

El verano, la mejor época

* Toman más líquidos y más alimentos ricos en fibra, lo que propicia que aumente el número de veces que los niños tienen que ir al baño.
* Las altas temperaturas también pueden ser buenas aliadas: si hay algún escape, resulta más fácil cambiarles porque llevan poca ropa.
* Tenemos más tiempo libre para observarles y ayudarles.


Trucos para una "despedida" rápida

* Compra un orinal de atractivos colores o dibujos que le guste y llame su atención.
* El niño tiene que relajarse en el baño. Algunos niños lo ven como un lugar frío, donde siempre hay que obedecer. Conviene que también pasen momentos divertidísimos en él, como los juegos a la hora del baño.
* En el caso de los niños, procura que hagan pis sentados en lugar de hacerlo de pie. Así es más fácil que se relajen y pueden aprovechar para hacer el pis y la caca al mismo tiempo.
* Aprovecha el momento de cambiar el pañal sucio para enseñarle dónde debe hacerlo la próxima vez. Le pedimos que nos acompañe a su orinal y tiramos en él su pañal.


Dudas frecuentes

* No hace caca en el orinal, aunque sí pis
A los niños les resulta más fácil hacer pis que caca, ya que el esfuerzo en el segundo caso es mayor y puede costarles concentrarse. La solución es observarles mucho. Cuando veamos que están haciendo caca, es el momento de llevarles al inodoro para que, al menos, acaben en el baño. Poco a poco irán acostumbrándose.

* Le da miedo el inodoro
Es importante que se vayan familiarizando con él poco a poco para que lo vean como un elemento cotidiano. Podemos probar con un juego: dibujar en un folio un baño y colorearlo junto al niño mientras se le explica cuál es su función. Incluso se puede inventar una canción acerca del inodoro. También es una buena idea que decore el váter a su gusto con pegatinas o colgándole unos globos.

* Después de un mes usando el orinal, ha vuelto a hacérselo encima
Las regresiones son muy habituales. Tanto, que pocos niños logran no tenerlas. Cualquier alteración en la rutina puede propiciarlas. Sin embargo, no significan que se haya perdido el tiempo. El aprendizaje ya está hecho, lo único que hay que hacer es empezar de nuevo, pero con la ventaja de que ahora los progresos serán mucho más veloces y en tres días puede haberse acabado el problema.

* En casa sí va al baño, pero en el cole no
Esta situación es frecuente, sobre todo los primeros días de colegio. Hay que darles tiempo, al menos dos semanas, para que se habitúen al nuevo entorno. Les puede costar cortar una actividad de grupo para ir al baño, sin contar con que todavía no conocen a sus cuidadores y eso dificulta la tarea. Los psicólogos recomiendan no darle importancia, aunque sí se les puede hablar sobre el tema explicándoles que deben ir al baño cuando tengan ganas, estén donde estén.

* No lo pide, pero si le siento en el orinal hace pis
Solo hace falta un poco de paciencia, porque el trabajo más difícil ya está hecho. Lo más probable es que en pocas semanas empiece a pedirlo por sí mismo, pero tampoco está de más echarle una mano. Por ejemplo, explicándole que igual que cuando tiene hambre, lo dice, cuando tenga ganas de ir al baño, también debe pedirlo.