¿Alguna vez se han preguntado por qué algunos niños en su casa comen muy mal y cuando lo hacen en casa de algún familiar o en el colegio curiosamente comen bien?
Normalmente, en el acto de comer gira una gran carga emocional por parte de la familia. Muchas madres y abuelas convierten en un drama el hecho de que sus hijos no comen bien, originando conflictos en el comportamiento del niño y discusiones en el seno familiar.
Si el rechazo de la comida, un día tras otro, trae consigo una madre disgustada, un niño disgustado y discusiones en el seno familiar, al final bajo esta presión emocional y este escenario tan desagradable el niño acaba rechazando sistemáticamente la comida. Por ello, cuando el niño come en un entorno completamente diferente posiblemente su actitud y su comportamiento también son diferentes.
Consejos para prevenir la inapetencia infantil:
- A la hora de la comida el clima debe ser relajado y tranquilo, que el niño no se sienta como si fuera el centro del universo.
- Se debe ir adaptando la dieta del niño a su edad y a su periodo de maduración. Es decir, déjele que pruebe con la cuchara a partir del segundo año aunque se ensucie y vaya sustituyendo las papillas por otros alimentos, ya que a partir de ese año los niños ya tienen 20 piezas dentarias para masticar.
- Sea riguroso con los horarios y establezca una alimentación variada. Recuerde que el desayuno es la comida más importante del día.
- El ayuno ante la negativa de comer, no como castigo, es una actitud normal y no debe preocuparse si alguna vez lo hace con su hijo ya que nadie muere de hambre por dejar de tomar una comida.
Si desea mejorar los hábitos alimentarios de su niño recuerde que:
- No se debe dejar chantajear ni amenazar ni obligar. Tampoco debe premiar ni castigar al niño por el hecho de comer más o menos.
- No se debe distraer al niño con cuentos o canciones aprovechando que esta desprevenido para meterle la cuchara en la boca. Tampoco debe aconstumbrarlo a comer ensimismado mirando una película de video.
- No se deben eternizar las comidas. Procure que duren el tiempo necesario pero sin sobrepasarlo.
- Hay que evitar el picoteo entre horas.
- No se debe discutir delante de un niño acerca de la comida ni pasarle a otra persona la tarea de supervisar a nuestro hijo durante la comida.