Un nuevo estudio respalda la teoría de que las mujeres posmenopáusicas que amamantaron a sus hijos por períodos prolongados tendrían más riesgo de sufrir osteoporosis, una enfermedad caracterizada por el debilitamiento de los huesos.
El estudio se llevó a cabo sobre un grupo de mujeres, determinando que aquellas que habían prolongado la lactancia de sus hijos por más de 36 meses tenían dos veces más posibilidades de padecer la osteoporosis que aquellas que habían dado el pecho por menos tiempo, o no lo habían dado.
La investigación se desarrolló en el Centro Médico Nacional de la ciudad de México, y se corroboró algo que ya se sabía: las mujeres que habían comenzado la menopausia hacía 10 años eran dos veces más propensas a desarrollar osteoporosis que las que recién ingresaban en la menopausia.
Pero además se determinó que lactancias demasiado prolongadas eran causal de riesgo para esta enfermedad. Las mexicanas tienen en promedio dos o más hijos y el 67 por ciento opta por la lactancia exclusiva, lo que llevaría a más mujeres a desarrollar osteoporosis.
Para reducir ese riesgo, la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia recomiendan la lactancia exclusiva durante los seis primeros meses de vida del bebé y, luego, fórmulas y alimentos seguros para complementarla hasta reemplazarla.