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21 mayo, 2013

¿Por qué mi hijo no se quiere bañar?

A determinada edad, para muchos papás y mamás la hora del baño es una verdadera batalla. El mismo niñito que se dormía a sus pocos meses de vida con el baño nocturno, ahora detesta el agua y se opone al baño con todas sus fuerzas, en general a un horario al final del día en el que lo único que queremos es culminar con todo y descansar.

En este sentido, se recomienda entablar diversas estrategias para encontrar la manera de que el momento del baño pueda ser disfrutado por tu hijo o hija. Comienza indagando en si es que tiene miedo al agua, y particularmente si ha tenido alguna mala experiencia.

También comprueba si las condiciones del cuarto de baño son las óptimas, por ejemplo, podría ser que pase frío al salir o entrar al baño, en ese caso calefacciona la estancia adecuadamente.

Otra causa probable es que tenga dermatitis del pañal o alguna reacción alérgica en esa zona, con lo cual el agua lo irritará muchísimo, también puede ser que le tenga miedo al secador de pelo, al peine que le desenreda el cabello, o incluso al champú que se le introduce en los ojos y produce ardor. Trata de descartar o solucionar todas estas causas.

Otra idea genial es estimular el baño de alguna manera, por ejemplo con juguetes para el agua. Cada vez hay más, y más novedosos como libros de cuento sumergibles, y otros muy creativos. Deben ser utilizados sólo en el momento del baño, de forma tal que así logrará asociar este momento al disfrute de jugar, así verás que resulta menos tedioso el bañar a tu hijo, e incluso hasta podrías lograr que le guste.

Luego, ten en cuenta que tal vez, no necesitas bañarlo todos los días, dependerá de lo mucho que se ensucie. Puedes higienizarlo con un trapito húmedo a diario, y dejar el baño para hacerlo cada dos días, si es que resulta demasiado agotador para ti.

En cualquier caso, como todas las otras cosas de la crianza tiene solución. A veces los niños se oponen a determinadas cosas sólo porque necesitan que sus padres estén más atentos a ellos, o simplemente los extrañan y se lo hacen saber. Con paciencia, podrás lograr que tu hijo o hija se bañe con placer.