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23 abril, 2013

Consejos para el baño del bebé

Una de las inquietudes de los padres recientes, se relacionan al baño del bebé, algo que al principio puede parecer complicado pero que luego se torna una agradable rutina. Es para los principiantes que compartiremos algunos consejos para el baño del bebé.

Recuerda que no conviene sumergir al bebé en el agua hasta que el cordón umbilical se caiga y cicatrice, entonces sí ya podrás bañarlo cuando quieras. Un bebé pequeño no necesita más de un par de baños por semana, sin embargo descubrirás que el agua le encanta y los relaja, razón por la cual muchos eligen bañar al bebé de noche para que duerma mejor.

Ten en cuenta en este caso, utilizar jabones especiales para el bebé que no resequen demasiado su piel, también puedes bañarlo sólo con agua templada para inducir su sueño, sin utilizar jabón a diario.

Dónde

Es ideal buscar una pequeña bañera de bebés que puedas ubicar en una superficie a tu altura, como una mesa o la encimera de la cocina. También existen unas bañeras plegables que puedes guardar con más comodidad cuando no la uses, lo importante es que estés cómoda y no debas agacharte cada vez que bañas al niño a la altura de la bañera de los adultos.

Qué se necesita

Como al cambiarlos, es importante tener todo lo necesario a mano para que no descuides al bebé ni un segundo. Esto implica el jabón, una esponja si lo prefieres, y una toalla para cubrirlo al salir del baño sin que se enfríe, idealmente que tenga capucha para cubrir y secar su cabecita. Si el niño es más grande y se aburre un poco, prepárale también juguetes de goma.

El agua

La temperatura debe ser templada, entre los 34 a 37 grados, ni muy fría ni demasiado caliente, pues la piel del bebé es sensible. En mercado, encontrarás muchos termómetros de baño que te harán más simple este paso. Completa la bañera con 5 a 7 centímetros de agua.

Precauciones

Sujeta al bebé firmemente apoyándolo sobre un brazo, mientras con el otro lo humedeces, enjabonas y retiras el jabón. Si tiene secreciones secas en los ojos o nariz, humedece con suavidad con la punta de la toalla hasta que se despegue sin hacer daño. Limpia su carita con una bola de algodón mojada. Puedes ayudarte con una taza plástica para mojar al bebé. Desviste al bebé al lado de donde lo bañarás y envuélvelo en una toalla inmediatamente para que no tenga frío.

Si el bebé tiene la piel muy reseca, dile al pediatra que te recete una loción hidratante para después del baño, o también puedes aprovechar para hacerle masajes con un aceite natural.