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15 febrero, 2013

La hipertensión en el embarazo puede ser síntoma de problemas cardiacos

Mujeres que presentaron cuadros de hipertensión en el embarazo tienen un riesgo mayor de padecer enfermedades cardíacas, renales y diabetes en el futuro, de acuerdo a un reciente estudio.

Este riesgo incrementado se dio también en aquellas que tuvieron apenas una o dos lecturas de tensión arterial por encima de lo normal a lo largo de la gestación, de acuerdo a investigadores.

“Según nuestros hallazgos, las mujeres que han tenido hipertensión durante el embarazo o que son diagnosticadas con hipertensión por primera vez en el embarazo podrían beneficiarse si sus médicos realizan chequeos integrales de los factores de riesgo de las enfermedades cardiacas, para reducir su riesgo a largo plazo de enfermedades cardiacas”, explicaron.

“Todos los riesgos futuros fueron similares en las mujeres embarazadas que por lo demás se considerarían como de bajo riesgo, o sea, las que eran jóvenes, tenían un peso normal, no eran fumadoras ni habían tenido diabetes en el embarazo”, agregaron, es decir que como único factor apareció la hipertensión gestacional.

Ya se conocía que las mujeres que padecieron preeclampsia (una enfermedad grave relacionada con el embarazo caracterizada por hipertensión y proteínas en la orina) están en mayor riesgo de enfermedades cardiacas y renales. Pero formas menos graves de hipertensión en las embarazadas, podrían también tener relevancia en su futura salud cardiaca.

Las mujeres con cualquier elevación de la presión arterial durante el embarazo también tenían un riesgo entre dos y cinco veces mayor de morir de un ataque cardiaco, y un riesgo entre 1,4 y 2,2 veces más alto de desarrollar diabetes. Las mujeres que experimentaron cualquier elevación de la presión arterial, con y sin proteínas mensurables en la orina, durante el embarazo presentaban un aumento de 1,9 a 2,8 veces en el riesgo general de desarrollar una enfermedad renal en el futuro.

En cuanto a aquellas con hipertensión durante el embarazo pero una presión arterial normal después del embarazo seguían teniendo un riesgo entre 1,6 y 2,5 veces mayor de tener hipertensión que ameritara fármacos u hospitalización en el futuro.