Para lograr que nuestros pequeños descansen plácidamente, las siguientes recomendaciones pueden ponerse en práctica un rato antes de ir a la cama.
En primer lugar, es conveniente que los chicos coman por lo menos una hora antes de ir a dormir para prevenir malestares estomacales o vómitos los cuales pueden generar trastornos en el sueño.
Media hora antes de ir a la cama procurar bajar el ritmo de los juegos y tratar de crear un ambiente tranquilo con música serena, enseñándole un cuento o arrullándolo.
Con respecto a la habitación, evitar que esté muy expuesto a los ruidos de la calle o de la casa y retirar los juguetes demasiado llamativos para que no lo distraigan o aquellos que le impidan moverse cómodamente dentro de la cuna. También es conveniente mantener una temperatura ambiente de aproximadamente 22 grados.
En lo referente a la ropa, preferir las prendas cómodas de hilados naturales en lugar de los sintéticos; tampoco ajustar demasiado las mantas ya que para dormir bien los pequeños deberán moverse libremente facilitándole un libre movimiento de posturas.
Finalmente, acostarlos en la cuna cuando todavía están despiertos para que reconozcan el lugar donde van a dormir y no se asusten si se despertaran durante la noche.
Tips importantes:
Establecer el horario de rutina para ir a dormir. Los rituales antes de ir a la cama resultan efectivos para comenzar a formar hábitos positivos.
Evitar dormir con el pequeño para acostumbrarlo a dormirse solo.
Evitar acudir a la habitación cada vez que el niño se queje. Caso contrario, se acostumbrará a llamar sin una verdadera necesidad. Recurrir cuando existen problemas de sonambulismo o pesadillas.
Los padres debemos establecer todas estas medidas con seguridad. El pequeño necesita sentirse seguro, en especial al momento de irse a dormir. Regular la hora de acostarse acompañado de ciertos rituales será muy productivo para pautar el momento del sueño en los niños.
